Acuerdos en la mesa



Acuerdos en la mesa





DARWIN PONCE



La práctica de comer en familia nos lleva a dialogar, es una oportunidad única para educar, para limar asperezas, para aprender a amar, para sonreír cuando las cosas nos van mal.

También se cultiva la generosidad, la paciencia, la escucha, la puesta de acuerdo y el agradecimiento. Comer juntos en familia es un instrumento de comunicación vital, capaz de ahuyentar el egoísmo que nos vuelve cada vez menos solidarios con nuestro entorno y más esclavos de la indiferencia.

Cuando hemos coincidido en la misma mesa los productores, la industria, los comerciantes, el gobierno y los consumidores, es notorio que continuamos enfrascados en una permanente pugna por un solo tema: los precios. Hemos puesto a un lado principios básicos como la libertad y la justicia social. No digamos temas como calidad, mejoramiento de la oferta, variedad, inocuidad y otros que son igualmente importantes. Nos hemos dedicado a las malcriadezas en la mesa, como hacen los niños mal educados.

En el inicio de esta temporada navideña, las Asociaciones Consumidores hicimos una propuesta a la Secretaría de Desarrollo Económico para sentarnos en la mesa con los productores, la industria y los empresarios para buscar un gran acuerdo nacional, con el objetivo de ofrecer una canasta básica navideña y de fin de año digna, accesible y barata, apelando a la responsabilidad social empresarial, a la solidaridad y al acuerdo amable entre los actores mencionados.

En adición, pedimos al gobierno hacer su propio sacrificio al quitar de las facturas de la ENEE el renglón de “ajuste” por combustibles y el de “deslizamiento de la moneda”, además de bajar los precios del gas LP y el querosene para beneficiar a las amas de casa, a la industria y al comercio en general.

Esta propuesta se presentó antes de la firma del decreto de congelamiento de precios, pero cayó en oídos sordos porque igual se firmó el acuerdo, expresando de manera tácita que no hay interés en sentarse en la mesa para buscar en la solidaridad de los demás, respuestas concretas a las aspiraciones de las personas que necesitan más apoyo. Nuestra propuesta sigue en pie, seguros de que los demás sectores están anuentes a sentarse en la mesa para charlar, compartir y generar proyectos creativos y posibles, en lugar de medidas intervencionistas, duras y con un alto contenido político.

¿Será tan difícil, incómodo e indigesto para algunos sentarse en una mesa para hablar de asuntos que beneficien a las mayorías? ¿Les parece acaso, inconcebible decir que juntos hemos construido una iniciativa de solidaridad con los más necesitados? ¿Toda la gloria debe atribuirse solo para el Presidente o sus ministros?

Vivimos, trabajamos, producimos, negociamos e invertimos en este país. Nos necesitamos todos. Satanizar a unos con la pretensión de “beneficiar” a otros nos parece una mala idea. Creemos en el diálogo constructivo. Las Asociaciones de Consumidores acompañaremos a quienes apoyen al pueblo, pero sin egoísmos, sin trampas ni cortapisas. Estamos dispuestos a sentarnos a la mesa para comer, para hablar y para actuar

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