La unidad delincuencial entre funcionarios y empresarios

La unidad delincuencial entre funcionarios y empresarios


Por Boris Zelaya Rubí

La fuerza vital para el desenvolvimiento y subsistencia del Estado reside en los funcionarios de turno y los empresarios (el pueblo solo paga impuestos y a veces ejerce el sufragio o lo vende). Algunos de los “compra barato y venden caro” son honrados. Otros no pueden subsistir sin estar “matrimoniados” con los políticos corruptos pues hay casos en que con una venta amañada al Estado se han convertido en millonarios. Los únicos perjudicados como siempre han sido “los hondureñitos”, que año con año seguimos aumentando nuestras deudas como gobierno y pidiendo a las naciones desarrolladas que nos den una limosna para atenuar la extrema pobreza en que se encuentra la mayoría de nuestros coterráneos.
Las sociedades mercantiles, incluyendo las de “maletín”, que se alimentan de los negocios con el Estado, siempre se las ingenian para burlar la justicia y pagar menos tributos, con las ganancias exorbitantes les alcanza para agasajar, abrazar y remunerar a unos cuantos técnicos que les consiguen exoneraciones de impuestos, alegando que generan empleo y de ellos dependen miles de familias, además son grandes contribuyentes de campañas políticas para futura protección y más negocios.
Los “socios” de los corruptos se han enriquecido ilícitamente, acrecentando sus fortunas en poco tiempo, logrando corromper a políticos cuyas malas acciones, cuando por “chiripa” salen a luz pública, no pasan de ser un escándalo más, pues hasta el momento pareciera que los juicios entran en un sueño eterno. La ciudadanía aplaude las acciones contra los que se roban el dinero de sus impuestos pero, quedan con el grito de alegría a la mitad de la garganta, porque según algunos “indignados”, tratan de darle largas intencionalmente a esos asuntos para no dañar “la honra” de los delincuentes, que están acostumbrados a salir en las paginas sociales como personas de éxito y no como lo que son: ¡pinches ladrones! Estas acciones a lo único que conducen es alimentar la mente calenturienta de los izquierdistas que en el fondo de sus conciencias quieren lo mismo ¡poder y dinero!
Desgraciadamente la mayoría de los diputados o representantes del pueblo, se han vuelto sirvientes de los grandes empresarios y su única ambición es continuar en sus mullidos sillones, viviendo del erario en el mundo de las intrigas y traficando con influencias para agradecerles así, a quienes les pueden permitir la continuidad de la “vida en rosa”. Lejos han quedado las promesas hechas a sus seguidores, cuando adoptando poses de mártires les ofrecían una vida mejor.
Mientras los organismos contralores del Estado sigan asignados y dirigidos por personas apadrinadas políticamente como parte de un botín electoral, jamás saldremos de esos círculos viciosos. Existen en nuestra sociedad muchos ciudadanos con una hoja de vida llena de logros con dignidad, y amantes de la patria, que perfectamente podrían integrar esos cargos de vigilancia del desempeño de los que dirigen a nuestra nación, para que realicen el máximo esfuerzo en lograr una mejor nación.
No quisiéramos ni imaginar que las Fuerzas Armadas de Honduras, que están logrando ganarse la confianza del pueblo sobre todo por la valentía demostrada en combatir el crimen organizado, se prestaran en apoyar a cualquier político que no goce de la credibilidad de los ciudadanos. Sería desastroso y se arriesgaría la relativa tranquilidad que estamos viviendo. Los enemigos de la democracia aprovecharían para llevar agua a su molino, aunque han arengado a los que supuestamente son sus parciales a paralizar el país, sin ningún resultado. Podría suceder que ante cualquier imposición o falta de transparencia en los procesos electorales, el pueblo sea utilizado para lanzarlo a las calles, obligando a los militares a enfrentarse con sus hermanos, lo que a nada bueno nos conduciría.
Las observaciones del embajador de la Unión Europea en Honduras Ketil Karesin, son prácticamente una advertencia que podría afectar las buenas relaciones y futuras ayudas, al referirse a la selección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Compartimos lo señalado en el escrito de advertencia contenido en un comunicado de la Asociación Pro-Justicia de Honduras que dice: “Para alcanzar la independencia y credibilidad del sistema judicial, es impostergable despolitizar la nueva Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Judicatura, impedir la intromisión en el Poder Judicial de los poderes Ejecutivo y Legislativo y combatir la corrupción al interior del mismo Poder Judicial”. Nosotros agregamos que la tarea es difícil pero no imposible, aunque se tengan que usar miles de lámparas como la de Diógenes. Según la loca del pueblo, entre los candidatos y tras bambalinas se tiran zarpazos a muerte.
De rodillas solo para orar a Dios.

Comentarios

Entradas populares