¿La tercera victoria nacionalista?
¿La tercera victoria nacionalista?
Por Óscar Lanza Rosales
El designado presidencial, Ricardo Álvarez, al igual que otros líderes de su partido, anda en plena campaña política, según él, no para promocionar su candidatura, sino que para contribuir a la unidad de su partido, para que este se alce con la tercera victoria en las próximas elecciones.
Esta es la meta en el corto plazo de los nacionalistas, tres victorias consecutivas, para llegar en el largo plazo a su gran sueño de 50 años en el poder, como lo ha ofrecido a sus correligionarios el actual Presidente de la República.
Este es el gran trabajo que hace el actual gobierno. Sus programas asistencialistas, de bonos por aquí, o bonos por allá, van con esa mira, para lo cual la misma cooperación internacional, incluido el Banco Mundial y el BID se están prestando para estos programas propagandísticos. Es un populismo de derecha, a quien se le debe reconocer su trabajo en la disminución de la inseguridad, el combate a la narcoactividad, las extradiciones, la promoción de las relaciones internacionales, pero cuya gestión en la reducción de la pobreza y el desempleo ha sido muy débil, por falta de inversión pública y privada.
Hasta el expresidente Callejas se ha dedicado todo este año a reorganizar su movimiento Monarca, para presentarse como precandidato de su partido para la próxima contienda electoral. Aunque la Vox Populi cree que la actividad del expresidente Callejas, es parte de la campaña política de su partido, pero que el fin último es la reelección del Presidente JOH.
A mí y a muchos hondureños nos preocupa la permanencia de un partido por más de dos periodos en el poder, por el alto costo que eso significa, principalmente para el bolsillo de los hondureños. Y no nos vayamos muy lejos, en estos dos periodos de los nacionalistas, se supone que parte de la corrupción en el IHSS, Injupemp, Instituto de la Propiedad, el antiguo Soptravi, que todavía no se han aclarado totalmente, y el despilfarro del presupuesto presidencial, han sido para alimentar el presupuesto de las campañas del partido en el gobierno.
La prueba de lo anterior, es que el Partido Nacional reconoció que recibió cheques de las irregularidades que se presentaron en el IHSS, y que todavía no ha devuelto su valor al erario nacional. Una institución política seria ya lo hubiera hecho.
Por eso es que este gobierno prefiere gastar una fortuna en publicitarse, pintándonos color de rosa la situación del país, en vez de invertir esos dineros en mejorar el bienestar de los hondureños.
Además no nos debe extrañar que en las encuestas, si las elecciones fueran hoy, aparezca el Partido Nacional, con una percepción muy alta de triunfo, frente a los otros partidos, que no están patrocinando ninguna campaña en los medios, sencillamente porque no disponen de los recursos públicos que tiene el partido en el gobierno.
En resumen, un partido minoritario que llega al poder con el 34 % de los votos, que hace y deshace, con los recursos, el empleo y hasta con las escrituras públicas.
Los empleos públicos solo son para activistas y militantes del Partido Nacional, registrados en el censo de las últimas elecciones internas de ese partido. Y tienen el monopolio de las escrituras, porque son elaboradas por los bufetes que tienen las altas poporoilas (los abogados) del actual gobierno, lo cual representa un conflicto de intereses, por lo que en países más desarrollados que el nuestro, se resuelve con la prohibición de estos bufetes para los funcionarios de gobierno.
Entonces ¿qué le queda al 66% de hondureños que están en la llanura?, ni becas de estudio para sus hijos.
Frente a estas ineficiencias de los procesos, es que muchos nos inclinamos por la alternancia en el poder, para darle más beligerancia y transparencia a estos procesos.
Lástima que en los partidos de oposición, no se aprecian instituciones modernas y organizadas, con una visión inteligente para hacerle frente a un partido de gobierno astuto y obsesionado por el poder, a cualquier costo.
Partidos modernos que comprendan que en las actuales circunstancias, solos no van a ningún lado, y que lo único que cabe son los acuerdos, las coaliciones políticas al estilo chileno, que si no tienen excelentes prospectos como candidatos, hay que recurrir a prospectos independientes como Julieta Castellanos o Renato Álvarez, que a mi modo de pensar, tienen el perfil de estadistas.
Están a tiempo de actuar, y si no lo hacen, lo que les espera es otra derrota electoral. ¡No queremos lloriqueos el día de las elecciones!
Comentarios
Publicar un comentario