Pruebas de admisión universitarias
Pruebas de admisión universitarias
Por Carlos A. Medina R.
La moción presentada ante el Congreso Nacional por el diputado Rassel Tomé del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), y aspirante a convertirse en el candidato de su partido en las próximas elecciones, tiene indudablemente un contenido populista que pueda originar el apoyo de la juventud a su persona. Sin embargo, el contenido de la misma ha originado un debate a nivel de las estructuras universitarias, que rechazan de plano dicha propuesta porque va en contra del proceso de mejoramiento de la calidad del egresado universitario.
La moción en esencia, eliminaría por mandato del Congreso, las pruebas de admisión que la Universidad practica a los aspirantes a ingresar a esa institución de enseñanza superior, sostenida por los impuestos que paga el pueblo hondureño. De acuerdo al diputado Tomé, esta sería una política de puertas abiertas para que todos los jóvenes que así lo deseen tengan la oportunidad de ingresar en dicha casa de estudios superiores sin restricción alguna, y solo con el requisito de matricularse para ser parte de los miles de estudiantes que asisten a sus aulas para adquirir un grado superior.
En el ranking mundial de universidades, solo entran tres de América Latina y ninguna del área centroamericana, y en la categorización que se ha hecho a nivel de nuestra América Morena, en los años anteriores nuestra Universidad no ha estado ni siquiera en las 300 universidades evaluadas. Gracias a la mejoría que ha existido en el período de la rectora Julieta Castellanos, en este año la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), ocupó el puesto 246 de esas 300 universidades evaluadas en nuestro mestizo continente.
Uno de los parámetros que ha favorecido esa mejoría, que por primera vez coloca a la UNAH dentro del grupo de las 300 aunque sea en una posición baja, es un avance notable que se debe básicamente a la selección de los mejores alumnos y los que están aptos para estudiar en sus aulas. Aquí no se trata de cantidades, si no de calidad, pues el país necesita producir profesionales que le den respuesta a los problemas de la nación, y no individuos que se conviertan en una carga para el Estado hondureño.
En todos los países civilizados del mundo, las universidades tienen parámetros de admisión que hay que cumplir para poder ingresar. Para el caso, en la Universidad de McGill, Canadá, en donde yo hice mis estudios superiores, para poder entrar a la carrera de Medicina había que hacer cuatro años de preparación, y tener un coeficiente de inteligencia arriba de 140, y a pesar de todo esto, de tres mil aspirantes que habían en Norteamérica para dicha carrera, solo existían 120 plazas, y después del primer año de la carrera, se eliminaban 20, y solo ingresaban 100 al segundo año.
Ese severo tamizaje le permite a esas universidades del primer mundo mantener un ranking mundial en las primeras 25 posiciones, y asegurarse que los profesionales egresados llenarán los requisitos que la universidad y la sociedad exige. Por supuesto, la situación social de nuestro país es diferente y la UNAH ha podido evaluar el hecho que la educación primaria y secundaria es deficiente, y que la oferta brindada al joven hondureño en sus aulas, no puede ser colmada de estudiantes que no llenan los requisitos para estar en una institución de educación superior.
Para solventar el problema que tenemos, respetuosamente deseamos sugerir a las autoridades superiores de la UNAH, que aquellos alumnos que no tengan las cualidades académicas, se les brinde la oportunidad después de la secundaria, de estudiar a un nivel preparatorio de uno a dos años como lo hacen otros países, brindándoles en esos periodos instrucción o educación en las clases elementales, en donde la educación secundaria hondureña tiene debilidades, tales como Matemáticas, Español, una lengua extranjera, Ciencias y una alta dosis de ética y responsabilidad ciudadana. Esto le daría al joven madurez, y entraría a la carrera de su elección mejor preparado y con un bagaje cultural más amplio.
En este debate originado por la moción del diputado Tomé y la respuesta de la rectora Castellanos, creemos que es necesario que no se detengan los avances académicos de la UNAH y que no se inyecte el populismo que solo desea captar el voto juvenil. Nuestra sugerencia no es original; existe en muchos países del mundo, y como exmaestro por cuatro décadas de la Facultad de Ciencias Médicas creo que es necesario más formación y madurez en los estudiantes de las diferentes carreras.
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