Los pobres y el cambio climático

Los pobres y el cambio climático


Por Francisco Zepeda Andino
Cnel. ® FAH



En la Cumbre sobre Cambio Climático a celebrarse en París, también llamada Conferencia de las Partes COP 21, estarán presentes varios de los países industrializados que se han mostrado renuentes en aceptar los efectos del calentamiento global en nuestra forma de vida, provocados, en parte, por las emisiones de partículas contaminantes y gases con efecto invernadero.

Esas naciones, defendiendo un incrementado desarrollo económico, relacionado a uno de los factores del poder nacional, constantemente se han negado a reconocer la incidencia que ese “progreso” está teniendo en todo el entorno mundial. Sequías y lluvias extremas, huracanes o tifones de gran envergadura o desarrollándose en áreas no regularmente afectadas por esos fenómenos, deshielo de los casquetes polares, elevación de temperaturas, ambiente y más, encuentran quienes tratan de explicarlos como fenómenos cíclicos que han ocurrido a través de la historia.

En junio de este año, el Papa Francisco emitió su encíclica “Laudato Si”, conteniendo varias reflexiones sobre el cambio climático. Con la autoridad moral del líder de la Iglesia Católica, él señaló la necesidad de llegar a un consenso entre científicos, ambientalistas, conocedores del tema y los interesados en desarrollo económico.

“Es suficiente mirar a la realidad con sinceridad para ver que se ha producido un gran deterioro del hogar común de la humanidad”. La deforestación de nuestros bosques, disminución de los caudales de agua, extinción de la fauna silvestre, son algunos de los fenómenos posibles de apreciar en Honduras, estando totalmente en concordancia con lo expresado por el Papa cuando asegura: “La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de cambio en su estilo de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o por lo menos, las causas humanas que lo producen o acentúan…” Y a su vez afirma que la ciencia y la tecnología siendo “…un producto maravilloso de la creatividad humana…”, son medios adecuados para encontrar soluciones.

Entre los sectores reconocidos como contaminantes de dióxido de carbono y otros gases, están la industria manufacturera, química, energía, el transporte, minería, quema abierta y muchos más.

De varios sectores han surgido consideraciones como el cambio climático va afectar a naciones pobres o subdesarrolladas y sus pobladores. En un artículo del multimillonario Bill Gates, expresa sus pensamientos después de haber visitado La India y haber conocido las condiciones de pobreza extrema de campesinos cultivadores de arroz y cómo las inundaciones destruían sus cosechas y los obligaban a emigrar a las ciudades y asegura: “Nuestra visita fue un poderoso recordatorio de que los agricultores más pobres del mundo viven en la cuerda floja y sin redes de seguridad. No tienen semillas mejoradas, fertilizantes, sistemas de riego y otras tecnologías beneficiosas, como los agricultores de los países ricos. Un solo golpe de mala suerte, -una sequía, una inundación o una enfermedad- es suficiente para hacerlos caer más profundamente en la pobreza y el hambre”, asegurando enfáticamente que “ahora el cambio climático suma una nueva clase de riesgo a su vida”.

El dueño de Microsoft, nos previene sobre el crecimiento poblacional y la mayor demanda de alimentos pero se muestra optimista cuando dice: “Soy optimista, en el sentido de que, si actuamos ahora podemos evitar las peores repercusiones del cambio climático y alimentar al mundo, hay una necesidad apremiante de que los gobiernos inviertan en innovaciones de energía limpia, reduzcan de manera espectacular las emisiones de gases con efecto de invernadero y frenen las altas temperaturas”.

Gates sentencia: “Si, los agricultores pobres la tienen difícil. Sus vidas son un rompecabezas con muchas piezas que colocar correctamente: desde plantar las semillas adecuadas y utilizar el fertilizante correcto hasta obtener capacitación y disponer de un lugar donde vender su cosecha. Si una sola pieza falla, su vida puede venirse abajo”.

Nuestros habitantes del Corredor Seco, de tierras inundables, de laderas perdiendo su capa vegetal, de montañas desforestadas, etc. comprenden muy bien lo dicho por Bill Gates.

A los capitalinos que conocimos la Tegucigalpa de menos de 100.000 habitantes, con su agradable clima templado, con un río Choluteca de caudal fuerte y limpio, con agua potable de la llave corriente, del verdor de los bosques de pino u hoja ancha cercanos a la capital, no nos tienen que convencer de los cambios que por efecto de la llamada “civilización”, han ocurrido en nuestro entorno.

Ojalá los más de 100 presidentes o jefes de estado asistentes a Paris, logren iniciar una reversión verdadera de lo que múltiples sectores ya nos están previniendo y todavía algunos no creen.

Comentarios

Entradas populares