TARIFAS DE “LA LUZ” Y LA DEVALUACIÓN
EN artículo reciente explicamos la discrepancia que tenemos con el FMI en lo que concierne a las medidas de contracción a la economía que exigen al gobierno para mantener acuerdo. Estas equivalen a socar la demanda de subsistencia del país para equilibrar el desajuste en el mercado. Nosotros en cambio, abogamos por la corrección de cualquier desequilibrio incrementando la oferta, estimulando la economía, fomentando la producción, creando empleo y generando mayor riqueza. De un mayor caudal de recursos disponibles el gobierno obtendría suficiente ingreso para sus gastos sin necesidad de aplicar una excesiva carga tributaria. El fin es crear riqueza, no sacarle hasta la última tajada al escaso pan de la pobreza. Si el volumen de riqueza es mayor, con tasas menos onerosas el gobierno obtiene los mismos rendimientos. Al reducir esa pesada carga impositiva, la iniciativa privada se vuelve más competitiva. Esa mayor capacidad de vender bienes y servicios induce a la expansión del sector privado. Ello se traduce en una masiva generación de fuentes de trabajo.
Ofrecemos una tabla de cifras comparativas con los países vecinos, contenida en un documento del Consejo Hondureño de la Empresa Privada tomada del Consejo Monetario Centroamericano. La tabla indica que Honduras tiene la presión tributaria más pesada de la región con un 17.4% comparado a 15.7% de Nicaragua, 15.2% de El Salvador, 13.7% de Costa Rica, y 10.2% de Guatemala. Si se habla de costos de producción, no hay algo que impacte en forma tan generalizada como el incremento de las tarifas de la energía eléctrica. Hasta hace unos meses atrás las tarifas permanecieron estables. La ENEE, para resolver su insolvencia financiera, absorbió todo el ahorro recibido por el país de la debacle de los precios del crudo, sin trasladar ni un centavo de esos beneficios al consumidor. Sin embargo durante este año los usuarios de energía han experimentado ya varios incrementos de la tarifa. Nuevamente, para este mes, anuncian otro golpe en las facturas. El comisionado-presidente de la CREE, justifica que “25 por ciento del aumento está relacionado al costo del bunker con que operan las plantas generadoras de electricidad térmica y que representan el 51 por ciento de la producción total del país”. Pero azórense ustedes con este dato: “El 75 por ciento restante se debe al deslizamiento de la moneda, que a esta altura del año, acumula 72 centavos de depreciación en relación a enero de este año”.
Lo que hemos venido diciendo, el impacto negativo en el costo de los bienes importados que tiene ese grosero acoso al lempira, lo corrobora un funcionario estatal. Generalmente, cuando estos burócratas dan declaraciones, esconden las realidades en un galimatías que nadie entiende, dejando al público más confundido. Pero esta vez anunciaron el bombazo culpando el incremento de las tarifas de “la luz” en el alza del precio del crudo y en la devaluación del lempira. “Este incremento –anunció el funcionario– aplica al mes de noviembre en adelante y es un aumento de 8.93 centavos de lempira por kilovatio hora”. Es decir, que si un usuario que se encuentra en un rango de consumo de 3.62 lempiras por kilovatio, en noviembre pasará a pagar ocho centavos más. Y espérense, cómo va a impactar esto en todo lo demás.
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