Mal cálculo de JOH con la MACCIH
Por Armando Cerrato
Al Presidente de Honduras Juan Orlando Hernández Alvarado, ya le cayó el veinte, que hizo un mal cálculo titiritero y el cable que supuestamente manipularía los movimientos de una Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH), que a pedido suyo envió hace seis meses la Organización de Estados Americanos (OEA), se ha deshilachado y solo un delegado le ata aun a sus miembros volviendo muy difícil su manipulación.
Por ello amenazó con pedir a sus perros de garra en el Congreso, revisar el tratado que da vigencia a la MACCIH, quienes de inmediato comenzaron a ladrar muy agresivamente, y el presidente de ese organismo, Mauricio Oliva, como líder de la manada, pretende ignorar la supranacionalidad de la misión en otra de sus acostumbradas violaciones a la Constitución de la República.
Salido del lado más oscuro del conservador Partido Nacional, bautizado por el pueblo como “Cachureco”, Oliva considera no vinculantes y mucho menos obligatorias, las sugerencias de la MACCIH, a la que ha sugerido no entrometerse en asuntos cuya solución corresponde exclusivamente a los hondureños que democráticamente y apagado a su ser republicano ha delegado la representación y ejercicio de su soberanía en los funcionarios del gobierno electos por voto secreto y directo.
El pataleo gubernamental se origina en que los miembros de la MACCIH parece que han comenzado a comprender que del éxito de su actuar en Honduras depende el principio del rescate de prestigio de la OEA que se encuentra por los suelos al considerársele un enorme elefante blanco, a cuya sombra pernoctan una serie de personajes, cuyas manifestaciones oníricas son motivadas por intereses muy lejanos a la búsqueda del bien común del continente americano.
Por ello, los miembros de la MACCIH que han recibido fuerte apoyo económico han comenzado a entrarle a la investigación de los casos emblemáticos que el endeble sistema jurídico nacional mantiene en la semi-impunidad en muchos casos y en plena impunidad la mayoría, porque los operadores de justicia o no tienen la capacidad requerida o forman parte de la enorme corrupción institucionalizada.
La MACCIH ha recibido además el respaldo de personalidades de diferentes organismos internacionales interesados en que la difícil situación hondureña se vaya solventado con apego al derecho y la nación hondureña pueda volver a disfrutar de una serie de recursos que en calidad de asistencia le han sido sucedidos debido a los altos niveles de corrupción e impunidad detectados.
Con su demostración de solidaridad esos organismos también han hecho saber a la MACCIH que debe comenzar a dar resultados positivos en el menor tiempo posible, pues aunque no lo crean se encuentran sentados sobre una olla de presión que se recalienta cada día y podría estallar en cualquier momento.
De pronto un movimiento de indignados que durante tres meses desfiló todos los viernes con antorchas exigiendo la instalación en el país de una Comisión Contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH), como la CICIG que funciona en Guatemala bajo el patrocinio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), comienza a reactivarse.
El movimiento fue motivado al conocerse que empresas de maletín en coalición con altos funcionarios del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), saquearon las arcas de la institución y parte de los fondos sustraídos fueron a parar a las arcas de dos movimientos internos del Partido Nacional, en el poder, uno de ellos elevó al solio presidencial a Juan Orlando Hernández Alvarado, quien declaró que de probarse la situación su partido devolvería lo recibido en calidad de contribución de las denominadas empresas de maletín.
Como varios de los implicados en el desfalco eran recomendados por nacionalistas en el poder, la población que afirma que cerca de tres mil personas murieron a consecuencia del saqueo del IHSS, que se quedaron sin medicinas, los indignados incluso solicitaron la salida del poder de Juan Orlando Hernández Alvarado.
En una jugada muy hábil el Presidente hondureño se sacó de la manga la MACCIH, la propuso a la OEA que la aceptó de inmediato y la ha promocionado con gran pompa mediática que ha tenido al final de cuentas un efecto bumerang porque hoy los medios han adaptado una posición crítica frente a la MACCIH e incluso calificándola de un club social más con rango diplomático continental, pero se le da el beneficio de la duda a la espera que vuelva por sus fueros.
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