Los chismosos son la radio del diablo
Por Boris Zelaya Rubí
“Decir palabras para arruinar la reputación o afirmar cosas que no son verdad, de ese modo “se mata al hermano”. La desinformación, difamación y calumnia ¡son pecados! Es una cachetada a Jesús en la persona de sus hermanos”. Papa Francisco.
Ya están aquí, los imprescindibles creadores de imagen, agentes de relaciones públicas que no son, sino expertos en comercializar un producto (candidatos), que con su accionar puede triunfar o fracasar, para nosotros especialistas en tapar las porquerías de sus clientes y fabricar escándalos a los adversarios, recibiendo pagos en dólares, exageradamente altos. Vienen precedidos de haber ayudado al triunfo de algún candidato en cualquier parte del mundo, campeones en el arte de manipular y alterar la mente de los mediocres, influyendo con aseveraciones acomodadas a nuestra idiosincrasia, embobando y embaucando al pueblo con tal de atraer clientes. Hoy, con los medios de comunicación, sofisticados y modernos como las redes sociales de internet además de la radio, la televisión, noticiarios impresos, son utilizados para influenciar a la ciudadanía, especialmente en tiempo de elecciones generales, sin olvidar los ahora famosos “grupos de respuesta”, que intervienen usando la telefonía y la internet para lanzar improperios, cumpliendo órdenes.
Los candidatos por su incapacidad para lograr la preferencia del electorado, inventan todo tipo de artimañas, entre ellas la de entrenar chismosos, aunque como dice el Papa Francisco se conviertan en la radio del diablo, y lo más perverso, investigarle a los contendientes sus vidas privadas, en un afán desmedido por encontrarles algún pecado en su pasado, sin importarles llevarse de encuentro a sus cónyuges, hijos y hasta los antepasados. En fin, un juego sucio buscando algo que afecte popularmente, al que lleva una carrera triunfal en sus aspiraciones.
A un político que ocupó la más alta magistratura de la nación, en una oportunidad le preguntaron si había cumplido con todas sus promesas, y él respondió sin inmutarse: eso es parte de lo que se acostumbra en política, prometer y no cumplir. Por esa “única vez”, comprendimos con tristeza, que somos víctimas del mal que nos aqueja, analfabetos y sumisos por las esperanzas de una vida mejor. Todos debemos detectar los mentirosos en las campañas electorales, después, será muy tarde.
Muy acertada decisión del mandatario actual de solicitar la ayuda de un organismo internacional o “Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) para contrarrestar a los que son capaces de enlodar el nombre de Honduras en el exterior, Juan Orlando Hernández, hace honor a su eslogan de campaña de ¡caiga quién caiga! Ahora esa institución se está organizando y fortaleciendo con expertos en determinadas ramas, con seguridad sus consejos y señalamientos para mejorar la administración de justicia y los organismos contralores que lucharan contra la corrupción serán acertados, sin inmiscuirse en las decisiones propias del Estado. Suficiente tendrán con las intrigas de nuestros políticos sin principios, pues entre “sirios y troyanos” les llenarían mil cajas con denuncias inventadas.
La presión sobre los ejecutivos a cargo de las instituciones contraloras a favor o en contra de algún personaje ha sido una práctica inveterada, pero estamos cambiando ¡tenemos buenos profesionales! Aunque aquí y en la China, bajo amenazas, nadie actúa cristalinamente y peor si la familia depende de su salario. Ojalá que el organismo que viene a prestar su ayuda, nos aconseje cómo proteger a los valientes que se opongan a las órdenes superiores que pretendan infringir la ley. Hombres de mucha experiencia e imparciales en su asesoría, estamos seguros que no caerán en el juego de los que deseen cambiar nuestro sistema democrático o que quieran sembrar el caos con actos violentos, para entorpecer las elecciones.
Las campañas sucias tienen como objetivo fundamental denigrar el pasado y presente de los candidatos de cualquier partido político, pero principalmente, a las personas que van arriba en las encuestas, toda vez que tengan una mayor posibilidad de ganar. Recientemente escuchamos a un pretendiente a dirigir la comuna capitalina, surgido de las “tiendas de campaña callejeras”, demeritar las acciones del actual alcalde de la capital, manifestando que llegará a esa posición para “eliminar sociedades secretas” ¿verborrea de izquierda o asesoría de Patty? Como dice el vulgo: ¿entiendes Méndez?
De rodillas solo para orar a Dios.
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