De nuevo debemos seriamente preocuparnos


De nuevo debemos seriamente preocuparnos

Por Sigfrido A. Sandoval
Miembro del CIMEQH

Los países productores de petróleo, organizados o no, en la OPEP, vienen tratando desde principio de año, ponerse de acuerdo en congelar su producción de crudo con el propósito de reducir su actual sobreoferta que mantiene “danzando” a los precios en el mercado internacional, entre los US$ 44-50 el barril.

Como recuerdan, estimados lectores, hubo una reunión en febrero pasado, en Doha capital de Qatar entre representantes de Rusia, Arabia Saudita, Venezuela y Qatar con el propósito de acordar la congelación de la producción de crudo a los niveles de enero de 2018, tratar de estabilizar los mercados y fortalecer los precios internacionales del crudo.

De esa reunión, únicamente salió el acuerdo de reunir en Doha, a 18 miembros y no miembros de la OPEP, durante el mes de abril para la toma de decisiones consensuadas entre sus miembros.

Las preocupaciones de todos estos países son comprensibles al manejar los siguientes datos de la actual situación del mercado petrolero:
Durante este año la oferta de petróleo se sitúa en 96.7 millones de barriles diarios y la demanda en 95.6 millones de barriles, lo que lleva a una sobreoferta de 1.1 millones de barriles diarios. Solo la OPEP, produjo 33.4 millones de barriles de crudo por día (bpd), en septiembre 2016, un alza de 220,000 bpd respecto a agosto del mismo año.

La reunión del mes de abril en Doha fracasó, y las naciones asistentes a la cumbre no lograron alcanzar el consenso necesario para congelar la producción de petróleo y estabilizar los precios del crudo en el mercado mundial.

“La conclusión general de la reunión es que todos necesitaban tiempo para hacer más consultas hasta la reunión de la OPEP en junio”.

Una de las razones del fracaso de la reunión fueron las fricciones entre Arabia Saudita e Irán. La primera exigía una congelación de la producción por parte de todos los miembros en cambio Irán, que acababa de salir de las sanciones impuestas a su nación por los EE UU, pedía alcanzar su antigua cuota de mercado de 4 millones de barriles diarios. Al final, se tomó la decisión de una nueva reunión en Viena, durante el mes de junio.

A principios del mes de junio, se reunieron en Viena, en su Conferencia Ministerial Semestral los países miembros de la OPEP para tratar de llegar a acuerdos. Según se informó posteriormente, estos países no acordaron cambiar su política en el ámbito de la producción de petróleo, ni lograron fijar una nueva cuota para la extracción.

La realidad de esa reunión, estuvo nuevamente marcada por las discrepancias entre Arabia Saudita y su rival geopolítico. Irán. El ministro iraní de petróleo, desde un inicio señaló que “Teherán no apoyará un techo de producción colectivo de 30 millones de barriles diarios y que le gustaría un debate que se enfocara más en una idea de cuotas individuales para los países”. Se acordó tener una nueva reunión en septiembre en Argel, la capital de Argelia.

A diferencia de las fracasadas reuniones anteriores, el 28 de septiembre, se llevó a cabo en Argelia una reunión informal entre los países miembros de la OPEP, en el marco del Foro Internacional de Energía que arrancó el 26 de septiembre en ese país.

Los países miembros de la OPEP, decidieron reducir la producción de crudo a 32.5 millones de barriles diarios durante 2017. La cantidad supone una rebaja de casi un millón de barriles diarios debido a que la producción actual se ubica en 33.4 millones.

Los miembros y no miembros de la OPEP, decidieron tener una reunión informal es Estambul, Turquía, entre el 8 y el 13 de octubre, para discutir la implementación del Acuerdo de Argel. Claramente se señaló, que se tendrían conversaciones bilaterales e informales en lugar de una sola reunión por lo que algunos analistas consideraron que no se tomaría ninguna decisión definitiva en la ciudad turca como en la práctica sucedió. Simplemente se consideró a esa reunión, como una oportunidad para que los funcionarios discutieran el siguiente paso después de Argel.

Con una posición más flexible, Arabia Saudita expresó que se podría alcanzar un acuerdo para limitar la extracción el cuál podría alcanzarse en la próxima reunión en Viena, el 30 de noviembre a la cual serían invitados todos los países que no integran el cartel y así generar un recorte global de suministros. El presidente Ruso, Vladimir Putin, saludó la invitación diciendo que estaba listo para unirse a la propuesta de reunión.

En conclusión, este próximo 30 de noviembre en Viena, se pretende que los miembros y no miembros de la OPEP, se pongan de acuerdo en una acción coordinada con el fin de impulsar los precios del petróleo a través de la reducción de la extracción del crudo en más de 1.2 millones de barriles por día.

Estimados lectores, todo el cuadro pinta a que la pausa de las vacas gordas pasará. El precio del crudo se disparará, según algunos, entre US$ 50-60 el barril, lo que obviamente impactará en forma directa en los precios de los combustibles en el mercado internacional. Nuestra preocupación reside en que no vemos que alguien en este país, empezando por el propio gobierno, tome medidas preventivas para enfrentar el próximo período de las vacas flacas.

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