Chevron, nos ha dado la razón

Chevron, nos ha dado la razón

Por: Sigfrido A. Sandoval
Miembro del CIMEQH
Durante meses, en los distintos medios de comunicación escritos, radiales y televisivos, el CIMEQH, la AHDIPPE y la Coalición Patriótica, hemos denunciado, una y otra vez, que la Comisión Administradora de Petróleo (CAP) vincula incorrectamente el precio FOB o internacional de las gasolinas que se comercializan en Honduras, con los precios FOB de las gasolinas que nos sirven de referencia en el mercado Costa del Golfo de los EE UU.

Para que nos entiendan más claramente, antes que nada, tenemos que señalar que la CAP para poder calcular el precio FOB de “nuestras” gasolinas tiene que usar los precios internacionales FOB de las gasolinas que se comercializan en el mercado Costa del Golfo que se publican diariamente en un medio especializado llamado PLATT´S GLOBAL ALERT.

En el caso de la gasolina superior de 95 octanos que aún usa la obsoleta nomenclatura RON (Número de Octanos de Investigación), la CAP toma el precio de la gasolina equivalente y de referencia del mercado Costa del Golfo que es la gasolina de 89 octanos que usa la moderna nomenclatura AKI (Índice Antigolpeteo). El problema que hemos denunciado interminables veces es que la CAP no traslada en forma directa ese precio de 89 octanos AKI a la llamada Fórmula Precios Paridad de Importación, que es la que usa el gobierno para el cálculo del precio de las gasolinas al consumidor.

Lo que hace la CAP, es introducir ese precio, del mercado del Golfo, a otra “formulita” artificialmente creada dentro de la gran Fórmula Precio Paridad de Importación con el único propósito de recalcular y aumentar su precio, golpeando de esa manera el bolsillo del consumidor.

Es cierto, que como resultado de nuestras denuncias y protestas, en el 2014, la CAP cosméticamente hizo un cambio de la “formulita” y creando una nueva que es la actualmente vigente, siempre con el propósito de mantener elevado el precio FOB de la gasolina superior en nuestro mercado.

Es lamentable, pero esto hay que decirlo, fuera de las organizaciones arriba mencionadas, a nadie, a ningún consumidor, le ha interesado esta anómala situación y, por lo tanto, no se ha escuchado ninguna voz de protesta.

El caso de la gasolina regular, con supuestamente 88 octanos RON, existe una situación “sui géneris” ya que no tiene su equivalente en el mercado Costa del Golfo que sería la gasolina de 82 – 83 octanos AKI. Al no existir esta en el listado de precios Platt´s, la CAP vincula el precio de la gasolina regular de 88 octanos RON a una gasolina de 87 octanos AKI, que es una gasolina de mayor octanaje ya que si la convertimos a la nomenclatura RON ella tiene 92 octanos RON, y por lo tanto es más cara pero desde hace mucho tiempo la estamos pagando aunque, siempre hemos denunciado que no la estamos recibiendo.

Las organizaciones arriba mencionadas, públicamente hemos exigido que la gasolina de 87 octanos AKI, equivalente a una gasolina regular de 92 RON, sea importada a nuestro mercado ya que desde hace mucho tiempo la estamos pagando.

Lo importante a comentar, es la reciente noticia, que por cierto no ha recibido la cobertura mediática necesaria, de que Chevron, de ahora en adelante, traerá a nuestro mercado una mejor gasolina regular con 91 octanos RON que corresponde, si hacemos la conversión a una gasolina de 85 – 86 octanos AKI, bastante cercana, por uno o dos octanos menos, a la gasolina de 87 octanos AKI que reiteramos, el consumidor hondureño ya paga.

De cualquier manera Chevron, en la práctica y sin proponérselo, nos ha dado la razón cuando hemos señalado que nos han estado engañando al pagar por una gasolina de 87 octanos AKI y no la hemos estado recibiendo.

Ante esta nueva situación, puesta al descubierto por Chevron, esperamos que las otras importadoras imiten ese ejemplo y dejen de atentar en contra de nuestros bolsillos. O aún mejor, y como debe de ser el gobierno debe exigir a las demás importadoras la imitación de ese ejemplo.

De cualquier manera, hay que señalar o vergonzoso, inútil y lamentable papel del Estado hondureño que se supone es el que debe regular, normar y dirigir el mercado de los combustibles. Es evidente, como lo demuestra Chevron, que el gobierno no ha tenido vela en este entierro y las importadoras actúan libremente a sus espaldas, fundamentalmente por la carencia de un marco regulatorio como podría ser la Ley de Comercialización de los Combustibles que aún duerme el sueño de los justos en una gaveta del Congreso Nacional.

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