…Con la puerta

29 JUN, 2017 - 12:01 AM

Por: José Antonio Mejía y Mejía

Nadie duda que el gobierno venezolano está en a las de cucaracha. El exceso de violencia contra las manifestaciones de la oposición acelera el proceso de caída del dictador. Es asunto de tiempo y la historia nos enseña que los pueblos se cansan de los gobernantes que se creen mesiánicos y no solo la creencia sino que con ardor de adolescente se enamoran del poder y solo salen de él mediante el abandono del mismo, por la fuerza o muertos en la guarida por la justicia popular, entre otros: Nerón, Gadafi, Somoza, Hussein, etc. Maduro va por ese camino.

Ante el asedio y la decisión del pueblo venezolano de apartarlo del poder, Maduro y la jauría que los rodea, echan mano de todos los recursos para evitar el platanazo. Desde las turbas idiotizadas hasta hablar con pajaritos y crear un punto cardinal más y no es remoto que un día de estos, de la misma forma que Chávez profanó la tumba del libertador, en la desesperación, saqué a luz los aún frescos huesos del comandante Chávez (que en el cercano pasado vino a insultarnos en nuestra propia casa) y los exhiba públicamente con tal de mantenerse en el poder. Los dictadores no tienen escrúpulos.

El sistema de la división de poderes ha sido pisoteada por este conductor de buses (zapatero a tus zapatos), que está lejos, pero muy lejos, de ser un estadista. Desconoce la autoridad e independencia de la Asamblea Nacional, del Poder Judicial y del Tribunal de Elecciones que no son más que dos leales perrillos a los pies del señor Maduro. A este señor no le importa que la asamblea, que nació del voto de mayoría del pueblo venezolano en la urnas, ha convocado a una constituyente para transformar a su modo la forma de alternabilidad en el poder que es la esencia de la democracia y convertirse en dictador, al estilo de su ya difunto maestro que destruyó a un país tan valeroso como lo fue Cuba que no es otra cosa más que un guiñapo que se ha elevado al más alto nivel, de la pobreza y el atraso.

Más, el pueblo de Venezuela no va a consentir semejante monstruosidad jurídica y antidemocrática, y seguirá en su lucha por la libertada aunque en la OEA, aparentemente ha triunfado la tesis madurista es una batalla la que se ha perdido no la guerra, por cálculo o por hambre, muchos países que integran la OEA se pronunciaron en contra de la propuesta de detener a Maduro y si no hacían, no tendrían la cuota de petróleo que religiosamente les manda el gobierno chavista.

Y aprovechamos para recordar que los acontecimientos del 28 de julio de 2009, cuando derrocaron al presidente Zelaya, la OEA, en lo que despabila un mono, como decía mi amigo Maxito Santos, Honduras estaba fuera del concierto de las naciones y solo Israel, Panamá, Colombia, Taiwán se identificaron con Honduras y no rompieron relaciones. No tenemos petróleo, ese mismo petróleo que hizo posible que algunos países se abstuvieran y otros votaran en contra de una propuesta que desea abrir el camino de la democracia en Venezuela, en la reciente reunión del organismo regional.

Pero como la presión popular ya nada ni nadie la detiene en ese país; el señor que acaba de crear un nuevo punto cardinal, el que habla con el pajarito, le propuso a los gringos, después que los insulta, integrar una “alta comisión” nada menos que facetoface (cara a cara) con Washington y sabe lo que hicieron los gringos… le mandaron a decir que respete la independencia de poderes, que libere a los presos políticos, que convoque a elecciones y que vea cómo resuelve esos problemas dentro de Venezuela… le dieron con la puerta en la nariz.

Que los pueblos y gobiernos democráticos del mundo no olviden al pueblo venezolano; la indiferencia hace más daño que los atropellos de la dictadura madurista.