La cara de la dictadura

La cara de la dictadura

Por Mario E. Fumero

¿Cómo distinguir una dictadura dentro de una democracia? Debemos analizar este tema, pues los dictadores en los tiempos modernos tienen ciertas características que hace fácil reconocerlos. Lo primero que vamos a descubrir en ellos es que anulan todos los derechos individuales de las personas, para centralizar todo el poder en sus manos.

Estos dictadores usan la democracia y la Constitución como trampolín para satisfacer sus ambiciones. Compran conciencias y amparados en el poder, pisotean y anulan la Constitución. Sutilmente someten a los demás poderes del Estado a su mandato, y cuando alguien no actúa de acuerdo a su criterio, lo señalan, condenan y acusan de ser enemigos de la patria, yanquis, capitalista, burgués, enemigo del pueblo, etc.

Estos dictadores no respetan la libertad de conciencia, ni tampoco la libre expresión del pensamiento. Todos los medios de comunicación que se le oponen, los clausuran, inventando pretextos. Rechazan todas las críticas o manifestaciones contrarias a sus designios, reprimiendo al pueblo y callando las voces disidentes. Todos los que le apoyan se vuelven ricos, y a los opositores los meten presos.

Basado en estos parámetros, yo preguntó; ¿cómo es posible que hayan políticos en países libres que no condenen la represión del gobierno de Venezuela y defiendan a su presidente? No hay que ser ciego para poder ver los hechos, y reconocer que el pueblo venezolano vive momentos de crisis, de imposición, represión y escasez, como nunca antes en su historia, y todos los días hay un muerto por la represión de la policía.

Cuando veo los noticieros, y contemplo a un pueblo que busca pacíficamente lo establecido en su Constitución, y es reprimido brutalmente por las fuerzas del orden, me preguntó; ¿podrá algún demócrata que razone y sea imparcial, justificar lo que hace el gobierno?

Lo que ocurre en Venezuela no es un socialismo, ni una democracia, sino una tiranía apoyada por las fuerzas armadas, pues tristemente, no es defensora de las leyes y del pueblo, sino complaciente de los caprichos de un hombre que juzga, condena y señala a todos los que se le oponen, y desde el Poder Ejecutivo, le ordena a los demás poderes del Estado, el Judicial y el Electoral, que hagan lo que él dice, porque cuando la Fiscalía se salió de tal sometimiento, la jefa de la misma está expuesta a ser purgada y se le acusa de “demente”. Este presidente, como un mago malévolo, se saca de la manga una orden inconstitucional, esgrimiendo la Constitución, la cual ha violentado en todos los aspectos, y esto nadie lo puede negar. Sin embargo, tarde o temprano la verdad prevalecerá, y saldrá a luz toda la pudrición de un régimen carcomido por el cáncer de la corrupción.

¿Cuántos muertos más tendrán que haber, para reconocer que lo que allí ocurre es una dictadura brutal? ¿Y quiénes están dispuestos a apoyar tal régimen? No me cabe la menor duda, que los que apoyen la represión del gobierno de Venezuela, podrían hacer lo mismo, una vez lleguen al poder político.

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