La apología de la carne de perro

9 JUN, 2017 - 12:02 AM

José Israel Navarro
Coronel de Aviación (r) capinave@yahoo.com

Hace mes y medio recaló en la población tanto de Tegucigalpa como a nivel nacional la noticia dada por los medios nacionales, como “última noticia”, que en un restaurante chino de Tegucigalpa, colonia Torocagua, el Ministerio de Salud Pública a través del departamento de Salubridad, al efectuar una inspección encontraron carne de perro que se servía a la clientela del restaurante.

Desde esa fecha hasta la actual los restaurantes chinos han venido en una decadencia de clientes y más de alguno ya quebró y otros están a punto de quebrar por la ausencia de clientes, en algunas de sus zonas de estacionamiento estaban llenas y a veces era imposible estacionarse, pero hoy están vacías, la Asociación China, por medio del general Hung Pacheco, ha estado haciendo lo imposible porque se dé el dictamen respectivo, si es o no carne de perro, los mismos medios fueron invitados a comer en el restaurante que se descubrió esta supuesta carne, el señor Presidente también invitó a los medios a comer comida china, demostrando con esto que la comida china es apetecida por los hondureños, hay que reconocer que es apetitosa y es considerada como una de las mejores, siendo abundante y barata, muy solicitada por la población, los restaurantes chinos pululan en los barrios, colonias y en cualquier rincón del país, emplean una gran cantidad de personal hondureño.

Estamos de acuerdo que el respectivo Departamento de Salubridad inspeccione los restaurantes de cualquier índole, pero los resultados o dictámenes deben ser basados en un análisis exhaustivo y cerrar el negocio de comida cuando hay fuertes razones de insalubridad y posterior a esto las deducciones de ley que ameriten, los mismos medios inmediatamente al descubrimiento de la supuesta carne, dieron la noticia como primicia a nivel nacional y el cierre del negocio; por más que se ha hecho por atraer clientes el resultado es negativo, desde esa fecha a la actual las redes sociales se han inundado de “memes” y hasta el momento la oficina respectiva no ha hecho público sus resultados, si el resultado es negativo quién pagará los daños económicos a estos dueños y a los empleados despedidos por la baja de clientes.

Sabemos por los mismos medios, el consumo de carne de perro en China y de otro tipo de comida que para nuestro medio es aberrante o no es parte de nuestra cultura, sin embargo comemos garrobo, tepezcuinte, tortuga y otro tipo de carne que quizás para ellos no es cultural y se asombran por esa conducta culinaria.

Lo que extraño es la difusión inmediata como “última noticia”, aseverado que es carne de perro y otras veces escuchamos los medios escritos, hablados y televisivos expresando: supuesto ladrón, supuesta mariguana o supuesta cocaína, pero nunca aseverando la noticia, desde ese momento la noticia siempre ha estado en las primeras planas en los medios y nadie se ha preocupado por investigar más si es o no es.

Los mismos medios han condenado o declarado culpable un hechor o dan por hecho o negando un caso, se convierten en defensores, acusadores, jueces y/o jurados, los medios lo pueden ensalzar o enterrarlo, hay muchos casos en la historia del periodismo que inundan las páginas, las ondas etéreas y las imágenes, sobre los supuestos hechos, quizás nuestro diputado Álvarez trata de que la apología que se usa en muchos casos sea ponderada y muy sutil, aunque estoy en contra de la censura a la libertad de prensa, pero sí contra el libertinaje de la misma, nadie del periodismo se debe de amparar o escudarse detrás de un micrófono, lápiz o pantalla, no hagamos una “apología de la comida de perro”.

Los pueblos pasan ávidos de la noticia veraz, imparcial y orientadora, para el Presidente es un deber velar por tales cosas y que se usen los medios adecuadamente sin coartar la libertad de prensa.