Sensibilidad presidencial

Sensibilidad presidencial

Por Edmundo Orellana
Catedrático universitario


Anda muy sensible el señor Presidente. Reacciona molesto a la crítica. Pero, curiosamente, no reacciona a toda crítica, solo a la que va dirigida a su política carcelaria.

No defendió su política carcelaria, como hubiese sido lo lógico. Utilizó el recurso retórico de atacar al que critica. Quien a esto recurre deja la impresión de que carece de argumentos para demostrar lo contrario. No es extraño, empero.

Ese es su estilo. Su impronta personal. Lo ha confesado públicamente y repetido hasta la saciedad. No es un hombre de ideas ni de argumentos. Es un hombre de acción. Resultados y nada más que resultados, es su lema. Cuando se llega a la meta, el medio empleado no importa. Todo se justifica con el éxito. La ética, los escrúpulos y la prudencia son obstáculos menores, olvidados cuando el objetivo se alcanza. Ejemplos, hay muchos. Baste citar la inconstitucional destitución de los magistrados de la Sala Constitucional que osaron atravesársele en el camino. Es buen discípulo del famoso florentino, el señor Presidente.

Curiosamente sus áulicos no lo acompañaron en el ataque. Los tiene a montones. El poder tiene ese magnetismo especial, que resulta irresistible para gargantas y plumas. Algunos creen con ello justificar sus cargos, otros esperan ser compensados y los menos se conforman con ser considerados los ideólogos del régimen. Baratijas propias del mercado del poder. Bastaron, para ellos, los misiles retóricos presidenciales.

Esta línea de conducta, del señor Presidente, debe preocuparnos a todos. Particularmente, porque estamos en pleno proceso electoral. Aquí debe insertarse la denuncia del candidato liberal, que, a juicio del CNA, se “ha quedado corta”.

Esa contratación para manejar el sistema de transmisión y procesamiento de datos electorales en noviembre, ha sido cuestionada por varias razones. La denuncia más comprometedora es que el software no ha sido debidamente certificado, provocando desconfianza entre los partidos de oposición. La más grave, sin embargo, es la que arguye el CNA, porque se refiere a ilícitos penales.

Que partidos de oposición denuncien la contratación, podría considerarse una cuestión interesada. Pero que el CNA también coincida, advirtiendo en su denuncia que se trata de actos reñidos con la ley, por lo que presentará la denuncia pertinente para que el MP, previa investigación, califique la procedencia de acudir a la jurisdicción penal, ya es otra cosa. Se trata de la comisión de delitos.

Lo curioso es la respuesta del presidente del TSE. Para él todo concluye resolviendo o rescindiendo el contrato. Un contrato se resuelve por incumplimiento o por factores expresamente determinados por la ley; se rescinde, en casos de nulidad. Sin embargo, ninguno de estos supuestos ha ocurrido. Cómo, entonces, lo revocará o rescindirá? Si lo revoca o rescinde sin causa justificada, el contratista tendrá habilitada la jurisdicción competente para impugnar, con el consiguiente daño o perjuicio al Estado. Con lo que se colocaría dentro de la competencia de la PGR, ahora muy activa con eso de la “acción de repetición”. Tendría que recurrir a los ahorros que ha hecho en su largo transitar por la función pública, el señor presidente del TSE, para resarcir al Estado por los daños y perjuicios ocasionados por su ilegal revocatoria o rescisión.

En todo caso, de comprobarse la ilegalidad del proceso de contratación de la empresa Mapa Soluciones, la responsabilidad criminal y civil no desaparecerá con la revocación o rescisión del contrato. Probada que sea la comisión del delito, los responsables (siendo un órgano colegiado, los que aprobaron la contratación) serán condenados.

Los señores del TSE se encuentran en un callejón sin salida. La contratación ya los tiene en problemas. Uno es el Judicial, porque, de apegarse a la ley, el MP no podrá eludir su responsabilidad de proceder judicialmente; otro, es el legal, ¿cómo terminar el contrato sin violar la ley?; y el de imprevisibles consecuencias es el político, porque el PL, de seguir esta situación, no reconocerá los resultados.

Otra vez, el TSE ensombreciendo el proceso electoral. No actuó inocentemente, sin embargo. Es fácil advertir cuál era la intención. Responde al estilo del señor Presidente. Afortunadamente para el proceso electoral, la torpeza de los mandaderos fue de tal proporción que, igual que la sensibilidad presidencial, es visible a simple vista.

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