Piedras sueltas…

22 MAR, 2017 - 12:15 AM

Por Jonathan Roussel

En las cortes de Nueva York se ventila un juicio por tráfico de drogas contra un hondureño. Este fue capturado en Haití y al momento de ser presentado a un juez se declaró culpable por las ventajas que ofrece la justicia estadounidense.

El caso ya está para sentencia y podría lograr una pena mínima de diez años.

Otros hondureños (dos) pactaron entregarse a autoridades de los Estados Unidos ofreciendo colaborar y confesar. Contaron que traficaron drogas, lavaron dólares y aceptaron la autoría de varios crímenes atroces. Entre lo pactado estaba asilo para su familia y así ocurrió. Sus parientes viven allá. Y ellos dos están en juicio sin ningún privilegio. Solo falta la sentencia y podrían ser condenados a la pena máxima. Esa debilidad en el pacto de entrega podría indicar la razón de la trama.

En esas nuevas declaraciones que algunos califican como extrajuicios sin pruebas mencionaron al expresidente Lobo y varios funcionarios de su gobierno incluyendo al general Pacheco, en aquellos tiempos, asesor en materia de seguridad del expresidente y a algunos parientes y políticos.

Nunca mencionaron a JOH y a su gobierno. Sí mencionaron a su hermano Toni actual diputado y a su ministro de Seguridad Julián Pacheco Tinoco ambos por actuaciones en el gobierno pasado.

El caso de Toni es muy peculiar. Fue contratado como abogado para hacer gestiones de cobro ante una entidad estatal reclamando el pago de dineros que le debían a su cliente. Servicios profesionales que prestan los abogados.

El escándalo fue revelado en la semana de las elecciones primarias. Esta circunstancia no afectó para nada la imagen del candidato nacionalista como algunos esperaban y ganó con el mayor numero de votos de la historia electoral.

Y tronaron las redes sociales. El Presidente Hernández es culpable dijeron. Y la desinformación funcionó.

Algo razonable para la oposición es no querer que JOH siga en el poder. Es comprensible que sus adversarios quieran ganar las elecciones y sueñan con la desaparición del Partido Nacional. Pero de esas aspiraciones al afán de destruir el país hay grandes diferencias.

Los sondeos de intención de voto para noviembre nos dan señales de otra victoria aplastante de JOH. Y algunas actuaciones de opositores -descontrolados suspirantes- nos muestran la utilización de recursos destructivos no importando si se daña a la República y sus habitantes. El abogado de uno de los indiciados dijo que sobre lo dicho no hay ninguna prueba.

Hay una particularidad en esta circunstancia de la vida nacional. Un político tiene adversarios que se le oponen cívicamente. El Presidente hondureño tiene enemigos que quieren destruirlo a cualquier costo. Gran diferencia de conducta política de los patriotas y los desajustados con los normales.