Funcionarios activistas… ¡No!

28 MAR, 2017 - 12:38 AM

Por Boris Zelaya Rubí

En la nueva campaña proselitista del Partido Nacional, los hombres de confianza del Presidente (los amigotes), deben sumarse permanentemente a la actividad política y los funcionarios a continuar con sus deberes gubernamentales, para no dar la impresión que se hace campaña con cada inicio o final de una obra. Que se ganen las futuras posiciones los que integrarán los cargos de dirección del Estado, bajo las órdenes del ingeniero Roberto Ordoñez, quien responsablemente ya renunció a su empleo. Tiene mucha experiencia dirigiendo comisiones electorales y no dudamos que usará alguna estrategia con los “cohetes quemados” que resultaron en las internas por obra y gracia del ¡tilín, tilín! que no los quieren ver ¡ni en afiches retocados! Estos trabajan solo para ellos sin impórtarles el candidato a presidente, son futuros chantajistas en el Congreso.

El Presidente debe medir sus pasos para que su trabajo no interfiera con el proselitismo, la oposición ¡será feroz! Su carta de presentación será su trabajo traducido en obras que beneficien al país. Tiene sobre sus hombros la gran responsabilidad que le han confiado sus correligionarios, que lo mantendrán en la máxima representación ciudadana, siempre y cuando seleccione correctamente los hombres para los cargos sin que su motivación sea meramente sentimental, el que no funcione que lo separe sin agrandar el tamaño del gobierno, inventando empleos relevantes con funciones insignificantes para acomodarlos, eso sería un irrespeto y un abuso de los fondos públicos que el pueblo le ha permitido custodiar para usarlos sabiamente.

Las estratagemas de los izquierdosos de mentirillas, pueden llegar a sublevar los ánimos para entorpecer las labores gubernamentales, los ciudadanos tienen derecho de reunirse pacíficamente para exigir el saneamiento de lo que consideran injusto y reparable con los medios al alcance del gobierno, pero la alteración del orden público para desprestigiar al país internacionalmente, podemos catalogarlo como traición a la patria, queremos vivir en paz, ¡cueste lo que cueste! La oposición destructiva debe comprender que han pasado varios mandatarios dejando un déficit en la ejecución de obras urgentes, esas son herencias de malas administraciones donde las ambiciones personales solo incrementaron los actos delincuenciales.

El Partido Nacional no es propiedad de un grupúsculo en particular, es de todos los nacionalistas representados en comités departamentales, locales y como eje principal el Comité Central y sus convencionales, donde se encuentran por mandato de todos los militantes del país. Las decisiones del Presidente, son en beneficio del pueblo, y las acciones de la dirigencia del partido, son mantener activos e informados a sus prosélitos y tratar de captar el voto joven para de nuevo, obtener el triunfo el próximo noviembre en las elecciones generales.

Hace algunos días escuchamos en un medio informativo a un periodista, por cierto que adorna con poses teatrales sus expresiones verbales, señalando como culpables de la corrupción pública a los partidos políticos, que reciben dinero de la delincuencia organizada para comprar votos, comprometiéndose a devolver esas “inversiones” con jugosos contratos, o sea que los “contribuyentes” o malvivientes le apuntan a los dos posibles ganadores, aunque sean de diferente partido político. ¿Serán reminiscencias del comunicador cuando en sus tiempos de resentimiento social a cualquiera le decían comandante? En Honduras la denuncia permanente y los entes fiscalizadores están mejorando, el tráfico del dinero sucio para hacer campañas está siendo investigado, siempre que se encuentren pruebas fehacientes. Pareciera que el “orientador parcializado” pretende un adoctrinamiento masivo y augura un negro y funesto porvenir, ¿soñarán todavía con Fidel, Chávez y Ortega? Aportemos algo positivo, el pueblo lo merece.