¿Cómo garantizar la limpieza del proceso electoral de noviembre?
¿Cómo garantizar la limpieza del proceso electoral de noviembre?
Por: Ernesto Paz Aguilar
pazernesto@gmail.com
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El proceso electoral primario ha concluido con una lógica demencial, ha escrito un prestigiado columnista nacional. Las reglas de juego siguen siendo las mismas de antes. Produjeron lo esperado: Muchas denuncias de irregularidades e inconsistencias y fundadas sospechas de fraude en todos los partidos políticos. Y es que “no hay mayor signo de demencia que hacer la misma cosa una y otra vez y esperar que los resultados sean distintos” (Albert Einstein).
Los resultados de las primarias únicamente evidencian que “no somos capaces de garantizar la limpieza de los procesos electorales ni siquiera al interior de los partidos políticos” afirma CÁRITAS de la Iglesia Católica en un crítico documento. Se gastaron impunemente casi mil millones de lempiras únicamente para demostrar, una vez más, de que madera están hechos nuestros políticos.
Sin rodeos se puede afirmar, que el modelo electoral vigente ha sido desnaturalizado en sus propósitos originales, favorece la manipulación y el fraude, produce incertidumbre y desconfianza en la ciudadanía. Está demostrado hasta el cansancio, que “una democracia sin valores, fácilmente conduce a una dictadura visible o encubierta”.
De la justicia local a la justicia global. Cuando la justicia local no funciona la justicia global entra en acción. “Es vergonzoso que operadores de justicia de otros países hagan lo que los operadores de justicia de Honduras no se han atrevido a hacer”. El efecto “cachiro” en los tribunales de New York está en pleno desarrollo y lejos del final.
Los resultados de las primarias anuncian un fraude descomunal que podría ocurrir en las elecciones generales del 26 de noviembre, de no corregirse las irregularidades y anomalías denunciadas. Estamos, pues, frente a un proceso viciado, cuestionado e incierto y un evento con estas características constituye una amenaza a la gobernabilidad democrática del país y podría profundizar la crisis nacional. Consecuentemente, las elecciones de noviembre están cuestionadas -nacional e internacionalmente- por las violaciones reiteradas a la Constitución, a las leyes nacionales e internacionales. Es interminable la lista de delitos electorales que se cometen a diario, pero quizás el más grave sea el uso obsceno y abusivo de los bienes del Estado para hacer propaganda política sectaria o utilizar los actos de gobierno para hacer propaganda partidista.
¿Qué hacer? para garantizar la limpieza del proceso electoral de noviembre, debemos adoptar medidas urgentes y emergentes que garanticen la limpieza del proceso de noviembre que implique la ejecución de las siguientes acciones:
Primera: Reestructuración de los organismos electorales, especialmente el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el Registro Nacional de las Personas (RNP), mediante la incorporación inmediata de los representantes de las fuerzas políticas más representativas del país.
Segunda: Incorporación inmediata de una misión de observación y acompañamiento, de la Organización de Estados Americanos (OEA), que permita certificar los procesos siguientes: a) Depuración y actualización del Censo Nacional Electoral; b) Puesta en marcha del voto electrónico; c) Implementación de un nuevo sistema de organización y funcionamiento de las Mesas Electorales Receptoras (MER) que evite el tráfico de credenciales de los partidos denominados de maletín; d) Descentralización del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales, para lo cual, debe reactivarse el funcionamiento de los tribunales locales y departamentales; y, e) Nuevo diseño operativo del centro de cómputo del TSE con un sistema compartido de claves de acceso y certificación de los programas informáticos.
El clamor nacional. En los cuatro puntos cardinales de la nación, se escucha el clamor para salvar las elecciones de noviembre. Estamos a tiempo de salvar las elecciones de noviembre mediante la suscripción de un acuerdo patriótico entre los diferentes partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, contando con el acompañamiento de la comunidad internacional.
A Dios rogando y con el mazo dando. Si las autoridades no escuchan el clamor del pueblo tenemos derecho de clamar al cielo. El logro del acuerdo debe ser acompañado, desde luego, de movilizaciones ciudadanas iguales o mayores a las jornadas indignadas del 2015. Seamos realistas, no hay tiempo que perder. Nuestra única demanda debe ser: elecciones limpias y nuestro único objetivo, salvar a nuestra patria del peligro en que desgraciadamente se encuentra.
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