“SI ALGO PASA”
“SI ALGO PASA”
QUIÉN sabe si muchas de esas acciones controvertidas y las lacónicas llamadas telefónicas con otros jefes de Estado no sean improvisadas sino una intuitiva estrategia. Bien por vía de la intimidación o el ejercicio del poder con que, nadie duda, cuenta el imperio para disuadir amenazas. Aunque las tácticas de combate no aconsejan abrir varios frentes a la vez –cosa que no parece importar al líder del país más poderoso del mundo– sí recomiendan que para entablar un pleito es preferible hacerlo escogiendo primero a un rival débil o atacando la parte flaca del adversario. Más o menos lo que hizo Ronald Reagan para ganarse el respeto y demostrar que no era alguien con quien podían jugar. Sentó un precedente de fuerza para que de allí en adelante supieran que no se dejaba mangonear. Después de 5 días de huelgas e intransigencias se voló a miles de controladores aéreos, que tenían paralizados los aeropuertos, sustituyéndolos temporalmente con personal militar.
Así que –aplicado al caso que hoy nos ocupa– desde la campaña política, México –el “vecino distante”– y su acosado jefe de gobierno que decidió no acudir a la cita en Washington después que le dijeron que si no estaba preparado a pagar por el muro mejor no fuera, se ganó el real del mandado. En el más reciente episodio de estos encontronazos, ya se habrá enterado el amable público, un juez federal bloqueó la orden ejecutiva de la Casa Blanca para que ciudadanos de 7 países, principalmente musulmanes, ingresen a territorio estadounidense. La orden ejecutiva que entró en vigencia el 27 de enero, suspende el Programa de Admisión de Refugiados de EE UU, por 120 días y prohíbe indefinidamente el ingreso de refugiados sirios. Tampoco pueden entrar ciudadanos de Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen durante 90 días. Desde entonces 60 mil visas han sido revocadas. Sin embargo aclaran que, “las visas volverían a ser emitidas una vez que se desarrollaran “políticas más seguras” y negó que fuera un veto a los musulmanes”. Dicho sea de paso, entre la ráfaga de medidas adoptadas por la nueva administración, el fiscal general fue despedido por cuestionar la recién aplicada política migratoria. El Departamento de Justicia presentó una apelación contra la orden del juez. Trump unas horas antes reaccionaba con sus acostumbrados tuits: “¡La opinión del supuesto juez, que esencialmente lleva las fuerzas de orden lejos de nuestro país, es ridícula y será anulada!”.
“¿A dónde va nuestro país cuando un juez puede detener una prohibición del Departamento de Seguridad Interna y cualquiera, incluso con malas intenciones, puede entrar a Estados Unidos?”. “Personas malas y peligrosas podrían estar entrando a los Estados Unidos a causa de la decisión judicial”. Así que más clara no puede ser la advertencia: “Simplemente no puedo creerme que un juez haya puesto a nuestro país en tanto peligro. Si algo pasa, la culpa será suya y del sistema judicial. La gente se está colando (en el país). ¡Mal!”. Además, tiene a varios en capilla: “Corea del Norte acaba de asegurar que se encuentra en las fases finales del desarrollo de un arma nuclear capaz de alcanzar zonas de Estados Unidos. ¡Eso no ocurrirá!”. A Irán por una prueba de misiles y “el mal convenio nuclear de Obama”, a los australianos por unos refugiados que le iban a mandar. Así que el mundo está avisado.
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