Médicos en servicio social con dificultades económicas

Médicos en servicio social con dificultades económicas

Por Armando Cerrato

Los médicos en servicio social distribuidos a lo largo y ancho del territorio nacional se encuentran en una situación económica tan precaria, que muchos de ellos casi se declaran en estado de calamidad debido al retraso del denominado salario beca con el que se supone deben sobrevivir mes a mes en sus sitios de destino.

El servicio social comenzó en septiembre del año pasado con la amañada rifa de sitios a los que fueron enviados los egresados del pensum académico en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y de otras universidades del país y egresados de la Escuela de Medicina Latinoamericana de Cuba.

Estos médicos han sido destinados según “la suerte” a centros hospitalarios de área los más afortunados, otros con menos “fortuna” a centros de salud también en áreas urbanas o semiurbanas y los “sin suerte” a lugares remotos.

Por lo general los afortunados que han caído en los centros de las ciudades principales del país cuentan con más facilidades para sobrevivir que sus otros colegas debido a la cercanía de sus familiares que pueden auxiliarlos en cualquier necesidad y porque en su mayoría son hijos u otros familiares cercanos a médicos que cuentan ya con una plaza en el sistema público de Salud y clínicas privadas, a los otros, les ha tocado bailar con la más fea.

Además de no recibir su salario beca mensualmente, sino que, a veces cada 2 meses y a veces hasta con más tiempo de retraso trabajan con las uñas, pese a que las autoridades de Salud sostienen a voz en cuello que los almacenes de farmacia se encuentran repletos y hasta se atreven estadísticamente a decir que el cuadro básico está cubierto en un 85%.

A la falta de medicamentos hay que añadir la falta de equipos e insumos para cirugías menores y tratamiento de traumatismos que permitan a un paciente afectado llegar en condición estable a un centro donde los especialistas logren salvarle la vida.

Los médicos en servicio social destinados a centros de salud regionales situados más o menos a 1 ó 2 horas de distancia de las ciudades principales prefieren hacer el viaje de ida y regreso mañana y tarde para ahorrarse el gasto en hospedaje y comida en los sitios donde han sido destinados donde a veces los vecinos sobreviven en precarias situaciones.

Se esperaba que las experiencias de años anteriores cuando los médicos en servicio social han paralizado el servicio público de salud para que se les abonen salarios atrasados, este año iba a ser cosa del pasado, más cuando la ministra de Salud fue cambiada por el Presidente Juan Orlando Hernández Alvarado, pero la situación sigue igual y hoy hay un retraso en el pago de hasta dos meses.

Cabe mencionar que no todos los egresados de medicina en servicio social proceden de familias acomodadas o con posibilidades económicas suficientes como para sostenerse de principio a fin de una carrera que académicamente tiene una duración de 8 años y que no se termina de estudiar nunca, pues la mayoría de sus egresados hacen especialidades, maestrías, y otros doctorados, ya por cuenta propia si es que tienen “la suerte” de enclaustrarse en el sistema y no engrosar el ejercito de desempleados del país.

Según estadísticas extraoficiales hay más de 1,000 médicos desempleados en todo el territorio nacional y el número de plazas aperturadas año con año es mínima, lo cual resulta paradójico en un país como el nuestro con una población enferma, y a los afortunados con plaza y en servicio social no les pagan a tiempo. ¿Entonces?

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