Tres ideologías y 10 partidos

15 JUL, 2017 - 12:33 AM

Por Mario E. Fumero

En el mundo ideológico de la política mundial, prevalecen tres corrientes filosóficas sobre la “economía de estado”. Estas tres corrientes históricas son las llamadas “derecha, izquierda y centro”. Sobre estas ideologías políticas se han forjado casi todos los gobiernos mundiales en los últimos 100 años, excluyendo a aquellos sistemas dictatoriales o monárquicos, que no son mayoría.

Los puntos cruciales de estas tres ideologías han sido siempre los factores relacionados con el concepto, con la económica y las libertades, que han dominado a las naciones del mundo arrastradas por estas tres corrientes.

En la retórica de la “derecha” se enfatiza una libre economía de mercado, con un estado regulador, pero con una tendencia fuerte hacia el capitalismo y el predominio de los monopolios, otorgando el sistema libertades individuales, que a veces son extremas. Por otro lado tenemos la “izquierda”, que rechaza radicalmente el capitalismo y los monopolios, desde una perspectiva de libre comercio, asumiendo el Estado las funciones de control y operación de todos los aspectos de la economía, y regulando las libertades para, según su filosofía, ejercer una mejor distribución de las riquezas.

Frente al fracaso de la izquierda comunista, y considerando la importancia del libre comercio, se han tomado algunos aspectos positivos de la izquierda, a lo cual llamamos “socialismo”, para entrelazarlos con los lados positivos de la derecha, creándose entonces una filosofía de “centro”, que puede ser “centro izquierda” o “centro derecha”.

El lado positivo de la “izquierda” o el “socialismo” radica en el énfasis al derecho igualitario para todos a la educación, salud y seguridad social, y según proclama, estos derechos deben de estar bajo el control del Estado, y los mismos no se deben explotar mercantilmente, como ocurre en los sistemas capitalistas de derecha. El lado positivo de la “derecha” es el énfasis a las libertades individuales, a la libre empresa y de elección, forjándose una economía manejada por las personas, sin intervención del Estado, pero bajo la regulación de este.

Analizando el plano ideológico de estas tres corrientes, yo me pregunto: ¿por qué se han proliferado tantos partidos, si solo hay tres ideologías políticas y económicas? ¿Cuál es la definición ideológica de cada uno de estos partidos? Mirando este panorama, solo cabe una respuesta; nuestros políticos no buscan establecer un gobierno ideológico, sino tan solo alcanzar el poder “por el poder mismo”. Es la enfermedad de poder la que divide estas tres ideologías en un mar de partidos, que en Honduras llegan a 10.

¿Cuál es el peligro de tantos partidos? Pues la división de partidos fracciona y debilita el poder de la democracia para tener un gobierno que tenga al menos el 51% de los votos electorales. Esta proliferación de partidos, destruye la fortaleza de la democracia, y da al traste con las ideas de la economía, que son las que regularán el éxito o el fracaso de un gobierno. Cuando elegimos a un candidato, debemos pensar que estamos eligiendo una filosofía, ya sea de izquierda, derecha o centro. Esto lo debemos tener claro a la hora de elegir un gobierno.

Hemos visto cómo la división partidista en España, sumergió al país en una crisis política, que todavía sigue latente. Vemos cómo la radicalización de una determinada ideología, que se impone por la fuerza, puede conducir a una nación a la quiebra, como ocurre en Venezuela. Bien lo dijo Jesucristo cuando afirmó que “todo reino dividido, no prevalece” (Marcos 3:24); y en la medida que la ambición humana genere partidos políticos con ideologías similares, pero luchando entre sí, llevaremos a la nación al caos, y tristemente debilitaremos nuestra democracia.