Caos infernal

Caos infernal

Por Denia León
Siempre me ha parecido que el alcalde de la ciudad capital don Nasry Asfura más conocido como “Tito” o “Papi a la orden” es un alcalde dinámico que está tratando de transformar la ciudad capital aceleradamente pero en su empeño por realizar la mayor cantidad de proyectos en el menor tiempo posible, especialmente en este año, en que estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral, nos tiene inmersos en un verdadero caos al extremo, que si caminamos por una calle nos encontramos con que se encuentra cerrada y si nos vamos por otra, resulta que igualmente tiene algún impedimento para transitar.

De esa forma vamos dando tumbos por todos lados golpeando los carros o chocando en las rotondas ya sea por falta de conocimiento o del respeto que se le debe al que tiene el derecho a vía porque en general, carecemos de una cultura vial.
Entre las construcciones que preocupan a los capitalinos son los denominados “pasos a desnivel” que en cuanto son de doble vía aparecen de la noche a la mañana, de una vía o inexplicablemente los están reforzando lo que crea incertidumbre sobre la conveniencia de transitarlos pues existen dudas sobre los estándares de calidad de los que fueron construidos especialmente en la administración anterior, sin embargo, nos parece que “Papi a la orden”, por tener una formación académica y experiencia en la construcción será más responsable al respecto y evitará que los mismos cedan al peso vehicular.

El asunto es, que en general, Tegucigalpa es extremadamente complicada no solo por la topografía de su terreno sino por la forma en que se han rediseñado calles y bulevares que en ciertos tramos se transita en zigzag pues se han ampliado algunos metros de los mismos para terminar desembocando en una serie de “cuellos de botella” por lo que pareciera que los “pasos a desnivel” no serán la mejor solución a este caos vehicular, sin embargo, no se puede desconocer que algunos de ellos, contribuirán en un futuro a aliviar el congestionamiento de tráfico pese al incremento del incontrolado parque vehicular.

Por otra parte, la situación se complica con la proliferación simultánea de proyectos constructivos de la red vial capital que si bien es cierto genera expectativas entre los capitalinos provoca incertidumbre, caos e intolerancia entre los conductores por lo que no resulta casual que constantemente se den episodios violentos entre los mismos que degeneran en algunos casos en violencia.
Así mismo, los últimos datos reflejan que existe un mayor consumo de carburantes en relación al año anterior, en parte ocasionado por las largas filas de vehículos que se dan a toda hora del día o de la noche y especialmente, en las denominadas horas pico, así mismo, se han incrementado los gastos en repuestos y otros colaterales que aunados a los aumentos en los impuestos distritales y gubernamentales, el desempleo generalizado, la politización en el transporte colectivo, los niveles de inseguridad y violencia en la ciudad capital contribuyen a mantener a la población es un constante estrés que afecta la salud de los capitalinos.

Es por ello que no podemos afirmar que todos los males que afectan a los capitalinos se debe al exceso de proyectos en construcción o a una deficiente planificación en la ejecución de los mismos o que todos los puentes a desnivel son inseguros o que tenemos un exceso de rotondas pues lo más seguro es que dentro de unos años le agradeceremos al ingeniero Asfura que la ciudad capital luzca moderna aunque bajo las calles, aún persistan graves problemas sin resolver tales como el alcantarillado sanitario, las aguas residuales y otros problemas colaterales.

Quitarnos el calificativo de tener una capital violenta, desordenada y catalogada como una de las más caras del mundo, es todo un reto tanto para el actual alcalde de la capital como para los que pretenden desplazarlo.

Comentarios

Entradas populares