Tanques del conocimiento
Tanques del conocimiento
Por Benjamín Santos
Pocas palabras tienen tantos significados como la palabra tanque. En primer lugar es un arma de guerra que empezó a utilizarse en la Primer Guerra Mundial. En el lenguaje corriente es un depósito de agua o de cualquier otro líquido. Y hasta de las personas gordas se dice que son un tanque. Ahora se utiliza palabra como tanque de conocimientos para designar un centro de investigación científica y los resultados de sus trabajos. Normalmente esos centros deberían de funcionar en las universidades, pero en vista de que la mayoría de las mismas solo repiten los conocimientos transmitidos en libros o en internet, esos centros se han fundado en forma independiente como ocurre con el FOSDE en Honduras.
Y a propósito tuve oportunidad de escuchar el jueves pasado una serie de conferencias organizadas por la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica sobre diversos temas de actualidad. La primera fue la conferencia del amigo Rodulio Perdomo, amigo de mi amigo José Dávila, nicaragüense con quien compartimos experiencias estudiantiles y familiares en el exterior, que versó por cierto sobre el tema del titular: THINK TANK, en inglés. El término y las primeras experiencias son de orden militar. En 1948, después de terminada la Segunda Guerra, los norteamericanos crearon grupos de expertos para realizar elaboraciones estratégicas a partir de investigaciones sobre realidades concretas apenas iniciada la guerra fría.
Desde su origen los tanques de pensamiento están ligados a los centros de decisión política para elaborar estrategias y políticas públicas. No es fácil dijo Rodulio y si no lo es en otros países menos puede serlo en Honduras donde los políticos en el poder o caminos del mismo, creen que lo saben todo y no necesitan la asesoría de nadie, menos de quienes son o se creen poseedores de conocimientos científicos. No puedo reproducir la conferencia de Rodulio ni siquiera en sus aspectos fundamentales, pero en lo personal aprendí o reafirmé lo siguiente:
1- La vinculación entre los tanques de pensamiento y los centros de decisión sin la cual no pasarían de ser una institución académica más. Incluso mencionó que esa vinculación se da con los partidos políticos como ocurre en el PRI de México y que en Honduras de momento solo se ve algo parecido en el Partido Nacional con el centro Juan Manuel Gálvez. No insistió mucho en esto último.
2- El objetivo es la elaboración de políticas públicas así como entre los militares se busca la elaboración de estrategias, es decir de planes de acción y reacción a ejecutar en un espacio y tiempos determinados para alcanzar objetivos previamente definidos.
3- Los países más avanzados en este propósito de vincular la ciencia a la toma de decisiones dentro de los centros políticos están como siempre en Norteamérica y Europa, pero hay en Latinoamérica países como México, Chile, Argentina, Venezuela y Uruguay en diferentes niveles de avance como puede suponerse.
¿Qué podemos hacer en Honduras? Se trata de vincular los centros de investigación con los centros de decisión: instituciones del Estado y partidos políticos. Se dice fácil, pero necesitamos una transformación de 180 grados. Hay que fundar centros de investigación, ojalá en cada departamento como dice Rodulio. Pero el camino más adecuado es transformar las universidades en centro de investigación para que dejen de ser escuelitas que solo repiten los conocimientos que nos llegan del exterior. Eso no lo podemos hacer con horarios rígidos que alternan clases de 50 minutos con recreos para desarrollar programas igualmente cerrados y rígidos, así no se puede investigar, excepto investigaciones bibliográficas o en internet.
Pero quizá lo más difícil será el otro extremo del vínculo: los centros de decisión político-administrativa. Nuestros políticos dependen todavía más de la inspiración del Espíritu Santo o de sus propias intuiciones que de la ciencia. Lea si no el artículo 234 de la Constitución donde se introdujo el juicio político para evitar nuevos golpes de estado. Léalo, se lo recomiendo.
Comentarios
Publicar un comentario