La calificación y sus advertencias

La calificación y sus advertencias

Por Héctor Paz Lázarus
Consultor y catedrático universitario

El Riesgo País es analizado por un inversionista al tomar una decisión de inversión fija o en un título valor de un estado soberano. Este tipo de riesgo se define como la probabilidad de una pérdida que puede tener el inversionista, debido a cambios en factores políticos, económicos, sociales y hasta naturales que caracterizan al país donde se invertirán los recursos. Las calificaciones de riesgo que obtiene un país son estratégicas por su impacto en el costo del financiamiento y la atracción de inversión extranjera directa.

Las tres principales agencias calificadoras en el mundo incluyen a Standard and Poor´s, Moody´s, y Fitch Ratings. Standard and Poor´s divide sus calificaciones en Grado de Inversión, que van de AAA a BBB, y en Grado Especulativo, que van de C a BB. Las emisiones de títulos valores que hace un país con calificación de Grado Especulativo las denominan los inversionistas internacionales como “Bonos Basura”. Standard and Poor´s elevó la calificación soberana de largo plazo para Honduras, tanto en moneda extranjera como nacional, de B+ a BB-, con una perspectiva estable, lo que significa que el país aún presenta riesgos en algunas de las variables indicadas antes. Además, mantuvo su calificación soberana de corto plazo en moneda local y extranjera en B. La mejoría fiscal y la contención en el agrandamiento de la deuda son los dos factores para mejorar la primera calificación.
El comunicado oficial del 18 de julio detalla la opinión de la firma calificadora sobre los factores evaluados. Califican como débil la institucionalidad, el comportamiento de la economía y la flexibilidad y el desempeño de la política fiscal. Adicionalmente, la opinión es neutral sobre la política monetaria y la deuda del sector público, pese a que la misma ha aumentado considerablemente entre 2010-2017. El único factor que fue evaluado favorablemente fue la externa.

Efectivamente, las condiciones externas actuales son positivas para Honduras. El precio internacional del café ha incrementado, elevando el monto de las exportaciones del país. Las exportaciones de bienes crecieron 20% a abril de 2017, pasando de US$1,383 millones a US$1,664 millones, cuando en igual lapso del año anterior, las exportaciones habían caído 11%. El café representó 75% del incremento indicado (BCH). Adicionalmente, se ha dado un aumento de las remesas familiares. Ante las políticas antimigratorios del nuevo gobierno de Estados Unidos, las remesas enviadas al país han subido 13% a mayo, al pasar de US$1,637 a US$1,852 millones (BCH).

Como resultado, el monto de las Reservas Internacionales Netas en poder del Banco Central de Honduras ha subido a US$4,437 millones, contra US$3,388 millones en diciembre de 2016, un aumento de US$1,049 millones. Las reservas internacionales netas son suficientes para defender el tipo de cambio, mismo que se ha mantenido casi inalterable desde principios de año.

No obstante, la firma calificadora hace advertencias sobre la evolución del riesgo país de Honduras. El comunicado dice: “En nuestra opinión, los desafíos principales del siguiente gobierno están relacionados con mantener la estabilidad macroeconómica y mejorar las condiciones para un crecimiento económico sostenible y reducir la pobreza. A casi cuatro meses para la elección presidencial, el Presidente Juan Orlando Hernández está participando con un marco legal que no regula el límite de períodos de la reelección. En nuestra opinión, un eventual crecimiento en el poder de decisión plantea riesgos a la evolución de las instituciones políticas. El sistema político de pesos y contrapesos de Honduras sigue siendo débil. En nuestra opinión, sin importar quién gane la elección presidencial, la próxima administración afrontará desafíos significativos para seguir abatiendo la delincuencia y la pobreza, al tiempo que se consolida la sustentabilidad de las finanzas públicas”.

Agrega, “el bajo ingreso per cápita de Honduras, alrededor de US$2,500 en 2017, sigue limitando la calificación. Esperamos que el crecimiento del PIB real se mantenga en 3.6% en 2017, similar a los dos años pasados, con base en el crecimiento continuo de los sectores de agricultura, manufactura, comercio y turismo. Pese a la incertidumbre con respecto al impacto de las políticas de migración de la administración de Estados Unidos, esperamos que la tendencia de crecimiento del PIB promedie 3.8% (y un crecimiento per cápita en torno a 2%) en los próximos tres años”.

Concluye indicando que “podríamos subir las calificaciones de Honduras en los próximos dos años si una implementación más rápida y efectiva que la esperada de la reforma energética fortalece el crecimiento económico del país y la flexibilidad fiscal por encima de nuestras expectativas. En cambio, podríamos bajar las calificaciones del soberano durante el mismo período si eventos políticos o externos inesperados generan dudas sobre la continuidad de las políticas económicas. De manera similar, podríamos bajar las calificaciones si la política fiscal se relaja, potencialmente incrementando el pago de intereses por arriba de 15% de los ingresos del gobierno general, o si un deterioro en el desempeño fiscal afecta negativamente la confianza de los inversionistas y las expectativas de crecimiento”.

Para consolidar y avanzar, el financiamiento debe invertirse con criterios de sostenibilidad económica para honrar las deudas y alcanzar estadios superiores de desarrollo socioeconómico. Se debe dar un salto cualitativo en seguridad jurídica, despolitización del marco institucional y lucha contra la corrupción. Asimismo, replantear la política fiscal, eliminando privilegios para unos pocos. Todo ello para motivar la inversión, potencializar la economía, generar empleo formal y mejorar significativamente el bienestar de la población.

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