REPETICIÓN DEL BOCHINCHE

REPETICIÓN DEL BOCHINCHE

LA crisis en la UNAH tiende a recrudecerse. Una repetición de lo que sucedió la vez pasada. La paralización del centro educativo provocada por la toma de edificios, que impidió impartir clases durante varios meses. Los operativos de un grupo de estudiantes iniciaron como gesto de solidaridad a unos compañeros condenados en el juzgado por líos de las tomas anteriores. En esta ocasión las acciones del movimiento estudiantil se vieron estimuladas por un comunicado de la OACNUDH, reprochando el fallo de la Sala IV del Tribunal de Sentencias dizque “porque la utilización de este delito penal –referido a la acusación por el delito de usurpación– en contextos de criminalización de la protesta social, presenta graves problemas a la luz de los estándares internacionales de derechos humanos”. No solo eso sino que expresaron su “firme preocupación por el no cumplimiento del acuerdo firmado el 20 de julio del 2016”, entre la autoridad universitaria y el aludido movimiento estudiantil. ¿Quién con una luz se pierde?

El bochinche lejos de relajarse intensificó pese a la objeción de la rectora que “no confundieran globalización con colonización” ya que la presencia de estos entes internacionales “no les coloca en una posición de jueces de instituciones nacionales ni de funcionarios, y nuestras instituciones no son subordinadas ante sus criterios”. Desde entonces, no ha habido día de normalidad en la UNAH. El grupo de estudiantes que organiza las marchas demanda “que se dicte sobreseimiento definitivo a 20 jóvenes que participaron en las protestas; la salida inmediata de la rectora y de demás autoridades, las elecciones estudiantiles, bajo amenaza de no permitir que se haga la elección de la nueva Junta de Dirección sin que ellos tengan representantes en ese proceso”. Aparte de las tomas de edificios y de las marchas que ahora recorren las calles de la capital, varios jóvenes buscaron ubicación para acostarse, informando que inician una huelga de hambre para exigir la renuncia, no se sabe si solo de la rectora o de todas las autoridades universitarias. La rectora –quien ha repetido con insistencia que “no intenta reelegirse en el cargo, aunque la ley no se lo impide”– ha dicho que no hay que llamarse a engaño sobre la naturaleza de las protestas: “¿Quiénes están detrás de estos movimientos?”. “Están las Organizaciones no Gubernamentales de derechos humanos, las mismas que se subieron al carro de la Cuarta Urna, las mismas que se infiltraron en el gobierno de MZ porque vieron el oportunismo como opción al poder”.

“En muchos partidos políticos y movimientos sociales creen que el poder se puede asaltar desde la Universidad y creen que las revoluciones se pueden hacer desde la Universidad siguiendo la gesta histórica de la Revolución Cubana”. La rectora lamentó, “que un grupo de encapuchados, le están quitando el derecho a la mayoría de jóvenes que tienen el anhelo de recibir clases”. Pero también ha cuestionado el rol que han desempañado otras organizaciones como el Conadeh y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras, a los que señala de “tener intromisión en ese conflicto universitario”. Qué desgracia. Tanto retraso educativo que el país arrastra por estas inestabilidades, para seguir en lo mismo.

Comentarios

Entradas populares