Venezuela se hunde

Venezuela se hunde

Por: Mario E. Fumero
He recibido peticiones de oración de los hermanos cristianos en Venezuela para que oremos por este país, ya que vive una situación caótica, que puede desencadenar una guerra civil interna en vista de que todos los lados se han polarizado, principalmente el gobierno de Maduro, él mantiene una posición férrea para mantener el poder, maniobrando contra todas las normas constitucionales lógicas y existentes en el país.

¿Cómo es posible que un país tan rico en recursos, esté en la situación tan terrible que vive actualmente? No cabe duda que además de una mala administración, la división interna ha llevado a esta nación hermana a hundirse en la miseria, y todo por la lucha de poderes, tanto internamente, como internacionalmente.

El factor de la intransigencia del gobierno no da lugar a la separación de poderes, y a las elecciones democráticas previstas en la constitución. Hay que añadir a lo anterior, el factor de una filosofía económica que no funciona, y tienen al pueblo sumergido en una miseria ilógica, porque en Venezuela, además del petróleo, hay minerales y regiones que potencialmente podrían generar una riqueza agrícola que supliría alimentos a todo el país, pero no hay peor administrador para la producción industrial que el Estado, porque tristemente la política latinoamericana lo corrompe todo.

¿Qué solución hay para que Venezuela salga de esta crisis? El gobierno y su élite difícilmente negociarán con la oposición, y la oposición difícilmente se entenderá con el gobierno, porque ambos manejan una filosofía política, diametralmente opuesta. El bloqueo internacional debilitaría al gobierno, pero el más afectado sería el pobre pueblo, que ya está sin medicina y alimento. La otra opción es que el ejército obligue al gobierno a seguir el orden constitucional, pero esto es nulo, porque las fuerzas armadas no defienden la ley, sino a Maduro. La otra alternativa es la intervención internacional, pero esto no es posible, porque nadie puede intervenir en los asuntos internos de una nación, y ya no estamos en la década del intervencionismo. Entonces ¿cuál es la salida?

Solo veo dos opciones. La primera es que oremos para que Dios toque el corazón de los gobernantes, y entiendan que debemos seguir un orden democrático, y respetar al soberano que es el pueblo, y que con el apoyo de naciones amigas, se haga una consulta popular, supervisada, para que sea la mayoría la que exprese su deseo hacia el futuro.

La otra opción, que es la menos deseada, es que siga la resistencia del pueblo contra el gobierno, y ocurra un baño de sangre que sumerja al país en una terrible desgracia de una guerra interna de hermanos contra hermanos. Algo que le pido a Dios que no ocurra, porque la muerte y la violencia solo conducen a la destrucción de la nación.

Comentarios

Entradas populares