Corrupción y lavado de activos
Corrupción y lavado de activos
Por Dr. Israel Romero Puerto
Juris Doctor (Jurista Internacional), PhD
israel09r@yahoo.com
israel09r@yahoo.com
Leyes aprobadas por el Congreso Nacional (CN), y el problema de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), están conectados por los mismos elementos que conducen al país a una debacle peor que lo que ocurre en Venezuela.
En los países tercermundistas, la corrupción es la actividad número uno para el enriquecimiento de los servidores públicos, que conlleva impunidad para los infractores que no son empleados de ninguna entidad gubernamental ni ostentan puestos de elección. Por supuesto que al mismo nivel delictivo se encuentra el lavado de activos, que juega un papel fundamental para el narcotráfico. Sin lavadores, los narcos no podrán esconder bodegas llenas de dinero en efectivo.
Honduras, un país tercermundista, no es la excepción. Este país inclusive juega un papel preponderante en el tráfico de drogas ilícitas provenientes de Suramérica en ruta a Estados Unidos. Hace algún tiempo el gobierno hondureño aprobó medidas drásticas contra las actividades de narcotráfico, con penas severas a los infractores. Por igual, las penas para corrupción y lavado de activos también se incrementaron.
Hace pocos días, como regalo anticipado de Navidad, el gobierno hondureño aprobó una ley reduciendo las penas por corrupción y lavado de activos para servidores públicos, especialmente a los electos por voto popular. Jugada política pre-eleccionaria.
Las reacciones de diversos sectores coinciden en que los diputados, que son electos por voto popular, se están curando en salud. Es decir que están aceptando que ellos son corruptos, y que en cualquier momento pueden ser arrestados, sometidos a juicio y condenados. Actualmente hay varios diputados y diputadas que son sujetos de procesos criminales, algunos hasta por asesinato. Muchos de ellos son señalados por narcotráfico, por enriquecimiento ilícito proveniente de la corrupción y lavado de activos. Algunos de ellos son testaferros de primera categoría, y son dueños -en papeles- hasta de centros comerciales, de grandes empresas, de haciendas gigantescas y fincas. Al comenzar en esos puestos ni vehículo propio tenían.
El grito popular tiene base sólida.
Decenas de policías y militares han sido investigados, y ya comenzaron a arrestar algunos de ellos. No cabe duda que otros -de todos los estratos, ocupaciones o profesiones- se han metido a políticos, pretendiendo cobijarse con inmunidad, que solo puede ser vencida después de un largo y tedioso antejuicio, en el cual muchos de ellos obtienen el favor de sus compinches corruptos de diferentes oficinas del Estado, y salen ilesos.
Los problemas porque atraviesa la UNAH provienen de la corrupción rampante en Honduras. Las autoridades universitarias no resuelven los problemas de los estudiantes, no atienden sus quejas. Por el contrario los meten a la cárcel como a vulgares delincuentes. El propósito es seguir mangoneando en el poder. Se olvidan del objetivo de la educación superior. Es más, trabajan 24/7 para evitar que ese objetivo se cumpla.
Para quienes no entienden la temática, les diremos que el objetivo de la educación superior es formar los futuros hombres del mañana que dirigirán los destinos del país ya sea como empresarios, profesionales en todas las ramas, y como servidores públicos. Esto último preocupa a los actuales servidores públicos, que tienen como meta perpetuarse en el poder. Por lo tanto, es una piedra en el camino la educación de la juventud actual. Los huesos de María Montessori, precursora de la educación mundial, han de estar revolviéndose en su tumba, llorando por la situación de los estudiantes hondureños.
Ahora resulta que el CN quiere dejar a la actual rectora de la UNAH por un período más, arguyendo que no se pueden elegir las nuevas autoridades universitarias debido al conflicto existente. Los estudiantes siguen pidiendo solución a sus problemas. Como respuesta están siendo castigados con la pérdida de sus clases, pérdida del semestre, pérdida de lo gastado en matrícula, libros, transporte y otros desembolsos necesarios. Pero lo que están perdiendo, que no se puede reponer, y que no tiene precio, es el tiempo.
En un año de elecciones, los corruptos necesitan autoridades universitarias alineadas con el engranaje político. No les conviene que venga alguien que entiende de educación, especialmente universitaria, de cómo educar y cómo administrar. No les conviene alguien con una mentalidad liberal que maneje la diversidad que representa el estudiantado universitario. Los corruptos están empecinados en la continuidad en el poder. Para ellos el ansia de poder es más que el futuro de la patria.
Lo que aquí decimos no viene del aire. Con experiencia de educador en el sistema público de educación y en universidad en Estados Unidos, sumado a una maestría en Liderazgo Educativo, y un Doctorado (PhD) en Administración Educativa obtenidos en Estados Unidos, estamos en capacidad para recomendar posibles soluciones al problema. Es urgente continuar las clases, porque ese es el único camino viable para educar, mientras se van evacuando una a una las peticiones de los estudiantes. Enviar a la cárcel a los estudiantes es asesinato en contra del futuro del país.
Nosotros opinamos que rebajar las penas a los servidores públicos corruptos y lavadores de activos es corrupción. También opinamos que como las actuales autoridades universitarias no pueden manejar la situación, y no resuelven los problemas de los estudiantes, deben ser removidas o no debieran ser ratificadas en sus actuales funciones. Para los funcionarios corruptos el mejor sitio es la cárcel. Para las autoridades universitarias ineptas el mejor sitio es la llanura.
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