Si yo fuera presidente

Si yo fuera presidente

Por Mario Mencía Gamero

Si yo fuera presidente, me gustaría tener la inteligencia de Albert Eisnten, la mansedumbre de Gandhi, la paciencia de Nelson Mandela, la honradez de José Trinidad Cabañas, la sabiduría de Miguel de Unamuno, el ímpetu de Napoleón Bonaparte, la sensibilidad de Juan Ramón Molina y el humanismo de Jesucristo.

Si yo fuera presidente, recogería el mensaje de Jesús de “amarse los unos a los otros” promoviendo la paz entre los hombres, desterrando el odio entre los hermanos y construiría eslabones de hermandad y justicia social en lugar de muros que separan a los hombres y humillan a las naciones.
Si yo fuera presidente, convocaría a los ricos a tenderles sus manos a los pobres induciéndoles a respetar sus derechos y humillar su pobreza tratándolos de hermanos y no de vasallos o esclavos.

Si yo fuera presidente, aboliría los carros de lujo, a los empleados públicos y suprimiría los viajes en caravanas que gastan millones y millones en francachelas que no aportan beneficios a sus países, humillando la pobreza de sus habitantes y así mismo procuraría entablar diálogos honestos con los opositores para construir un espacio de confraternidad justa que propenda al desarrollo productivo e integral del país y que combata el hambre de su pueblo.

Si yo fuera presidente, propondría a la ONU el respeto de los ciudadanos, el respeto a todo tipo de creencias y respetaría a todos los gobiernos del mundo por sus ideologías, creencias sociales, políticas y me abstendría de venderles armamentos militares a gobiernos débiles como este solo por prurito de poder de gobiernos poderosos.

Si yo fuera presidente, me abstendría de alinearme con derechas e izquierdas y tomaría los consejos de Uruguay del presidente Mujica que no usó el poder para humillar a su pueblo, retirándose a sembrar flores en su jardín de Montevideo y predicar principios para el mejoramiento, brindando conocimientos que mejore la situación económica y social de los pueblos latinoamericanos.

Si nuestra pequeña Honduras hubiese tenido gobernantes justos desde la colonia hasta nuestros tiempos, seríamos una nación próspera del entorno social que hemos vivido.

En noviembre tendremos los hondureños elecciones y los votantes están alineando desde ya para elegir a sus gobernantes, ojalá no se dejen llevar por los más bonitos afiches publicitarios mejor elaborados.

El boto descubrirá si hemos avanzado o seguiremos rezagados. ¡Dios nos libre!

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