No quieren “jugar”

No quieren “jugar”

Por Juan Ramón Martínez

Confieso que Zelaya Rosales sorprende por sus habilidades y poder mediático. No solo, respaldando las causas perdidas al defender a Maduro, sino que, interponiendo un recurso de inconstitucional, en virtud del cual busca desconocer el nombramiento de los integrantes del Tribunal Supremo Electoral. Porque con la medida –en el caso que la Corte Suprema lo admita con la suspensión del acto reclamado– volvería no solo ilegales las acciones de estos magistrados, tomadas en los últimos tres años que se cuestionan, sino haciendo imposible las elecciones. Con lo que, al interrumpirse el mecanismo de sustitución de las autoridades, el 27 de noviembre a las 12 de la noche, JOH se declararía Jefe del Estado, asumiendo todos los poderes y declarando como enseñan los iletrados constitucionalistas, sin vigencia la Constitución de 1982. Dándose por lo menos dos años de gobierno, por mientras se elabora una ley electoral; se integra el Tribunal Supremo Electoral y se le da el tiempo y el dinero a los partidos, para que elijan los constituyentes. De forma que el plan del gobierno transitorio –que a Zelaya Rosales no le importa si lo desempeña Nasralla o JOH– se realice, convocando a una Constituyente, como es el modelo seguido por los políticos, para cambiar de fecha las constituciones, maquillándolas con alguno que otro cosmético barato; o eliminando conquistas, como la supresión de la pena de muerte, el encarcelamiento por deudas, la expropiación sin justificación, y el sometimiento de la economía nacional, a los caprichos de los dueños de este país que algunos consideran, desde afuera, un simple territorio, al cual le hace falta el cerco en la mayoría perimetral.

No he dudado que Zelaya es habilidoso. Inteligente no creo que lo sea; aun juzgándole con las cuatro reglas de la aritmética o la cubicación de madera. Como casi todos los ganadores de su estirpe, desprestigia la vaca que va a comprar; pero al final, cuando lo logra y la sacrifica, tiene la gentileza de enviarle, unas partes de la carne, al engañado vendedor. Esa es la causa por la que convence a Nasralla que será presidente de Honduras; apoya la reelección de JOH. Y al final, más bien, como está convencido que lo va derrotar, lo consuela con la extensión, hasta por dos años, de su mandato gubernamental, suficientes cree Zelaya –que piensa siempre por lo demás, útil en los juegos de azar y en secuestro de mujeres jóvenes, hijas de los peones de las haciendas– que complacerá a JOH, que se complacerá con dos años, cuando tiene con su apoyo, la posibilidad de lograr uno; o varios períodos, al frente del Poder Ejecutivo.

En lo que tengo dificultades –y lo debo confesar– es que no cuento con el talento de los criadores de ganado como Zelaya, para anticipar sus movimientos. Excepto los del 2009, en que llegó a menospreciarnos a todos, al exhibir anticipadamente, la marcha de sus movimientos. De forma que el pueblo y las instituciones, lo pudieron detener, pese al apoyo de la OEA y de los dólares del petróleo venezolano que hasta ahora, descubrimos que estaba mezclado con el narcotráfico. Por ello es que creía que Zelaya, por medio del muñeco número dos –su esposa Xiomara es la número uno– introduciría en el Congreso Nacional, una interpretación de la resolución de la Corte Suprema de Justicia que, aparentemente facilita la reelección, para volver este tema –al margen de tener mayoría– viral, como se dice ahora, dividiendo a los electores, entre los que voten en favor de mantener la no reelección que tan buenos resultados nos ha dado, impidiendo que los que han ejercido el cargo, pueden volver a desempeñarlo. O los que la favorezcan. Pero paso por alto que, Zelaya no tiene pelo de tonto. Y que, entre legislar en favor de Honduras o proteger sus intereses, no vacila optar por estos últimos. Por ello, lo que quiere es evitar las elecciones de noviembre y precipitar un golpe de Estado que le permita reelegirse, sin enemistarse con los continuistas de los demás partidos, que abundan como la mala hierba por todos lados. Por ello es que al volver ilegal al TSE, pretende engañar a todo el mundo. Porque su defecto mayor, es que nos menosprecia intelectualmente, a los demás mortales.

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