La demagogia del gobierno de JOH



La demagogia del gobierno de JOH

Por Óscar Lanza Rosales
olanza15@hotmail.com

Los hondureños que estamos pendientes del acontecer nacional y que seguimos de cerca la trayectoria del gobierno del Presidente Hernández, estamos conscientes que la propaganda que ha realizado en todo su período ha sido masiva, y a través de casi todos los medios de comunicación. Y además de voluminosa ha sido mentirosa, demagógica y populista. Y en este último año de su período y a tres meses de quererse reelegir, de manera inconstitucional, se han acentuado estas características de su propaganda.

Sobre este tema, alguien escribió en las redes sociales, que el actual gobierno prefiere gastarse un dineral en los medios sociales en publicidad, para crearse una buena imagen ante el pueblo, que realizar un buen gobierno, en vez de invertirlos en los hospitales públicos, que no disponen ni de los medicamentos básicos. En junio de 2015, el presidenciable Nasralla, valoraba esos gastos en 6 millones de lempiras diarios, o sea más de dos mil millones de lempiras al año, probablemente una cifra exagerada, pero la real tiene que ser alta. Una publicidad que pinta un país color de rosa, que todo marcha sobre ruedas, pero que no concuerda con la realidad que vivimos de inseguridad, desempleo, devaluación, deuda estratosférica y crecimiento económico vegetativo.

En seguridad, aunque hay que reconocerle los esfuerzos del gobierno de reducir el indicador de 86 a 60 homicidios por cada cien mil habitantes, pero todavía estamos muy lejos de los 8 homicidios por cada cien mil habitantes, que es el promedio mundial, para sentirnos seguros. Deberíamos aspirar por lo menos en el corto plazo a la seguridad que tienen Costa Rica, Panamá y Nicaragua.

En empleo, según el gobierno al mes de julio ya generó 60 mil empleos, de los 80 mil que tiene presupuestados en el plan Honduras 20/20 para el 2017. ¡Son cifras mentirosas! Porque nadie siente que se estén generando nuevos empleos, mucho menos en esa dimensión. Los desempleados, principalmente en la capital, andan aplanando calles buscando una oportunidad de empleo y no la encuentran.

El actual presidente del Banco Central de Honduras, anunció en este mes de agosto, que los ahorros de los hondureños estaban aumentando en más de 15% con relación al 2016, atribuible al aumento de las remesas y las exportaciones. Pero saben ustedes ¿cuál es la principal razón del aumento en esos ahorros? Que la mayoría de pequeñas empresas están liquidando sus negocios por los problemas de la extorsión, la tasa de seguridad y la inseguridad en general, y prefieren tener su dinerito en los bancos, ganando raquíticos intereses para medio subsistir.

En cuanto al crecimiento económico del 2017, los medios oficiales no se conforman con anunciar los estimados que ha hecho para Honduras el Fondo Monetario Internacional que será de un 3.5%, sino que publicitan en forma demagógica que será de 4.8%. Estas tasas de crecimiento son vegetativas, para medio pasar el agua como dice nuestro pueblo. Como ya lo han dicho muchos organismos y analistas internacionales, para que países pobres como Honduras comiencen a sentir una mejoría en su bienestar se requiere crecer por lo menos un 6%, de manera sostenida por varios años.

En cuanto a la deuda del país, ya estamos empeñados hasta la próxima cuarta o quinta generación. Y este gobierno, es uno de los principales responsables de ese monto. Debemos la bicoca de diez mil quinientos millones de dólares, un 48% del Producto Interno Bruto, una cifra asfixiante. Es el nivel cuando ya no le quiere dar más crédito el pulpero si fuera suya la deuda. De acuerdo a proyecciones, en el 2017 se espera pagar 30 mil millones de dólares por el servicio de la deuda, en el 2018, 35 mil millones, y en el 2019, 40 mil millones, cifras que no corresponden a unas finanzas públicas sanas.

Finalmente, ¿en cuánto se ha devaluado el lempira con relación al dólar en el presente gobierno? Aproximadamente 13.2% más la inflación acumulada de los últimos 3 años 11.4 %, que hacen un total 24.6 %, y que representa la pérdida del valor adquisitivo del lempira frente al dólar en este período de gobierno. En ese porcentaje se ha depreciado nuestros sueldos e ingresos con el actual gobierno.

Con lo que les he contado, ahora sí se dan cuenta amigos lectores, que las fantasías del gobierno con su exagerada propaganda y publicidad, no coinciden con la realidad, y como decimos popularmente, ¡seguimos con el maiz a peso, cargando con nuestra secular miseria e inseguridad!

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