Expresiones incoherentes

10 AGO, 2017 - 12:15 AM

Por Mario E. Fumero

La falta de sabiduría al hablar en público puede ocasionar, no solamente un daño a la persona, sino que en el caso de los políticos, un tremendo daño al partido al cual pertenecen.

Hemos visto con tristeza, cómo algunos candidatos políticos han deteriorado su discurso con expresiones ofensivas, incoherentes, discriminatorias, provocativas y de excitación a la violencia y venganza. Lo vimos en las palabras de Trump, cuando aspiraba a la presidencia de los Estados Unidos, atacando a los inmigrantes ilegales, a los mexicanos y a las mujeres. Lo vimos cuando el presidente Chávez, en las Naciones Unidas se expresó diciéndole, de forma grosera, a los allí presentes que sentía olor a azufre, haciendo alusión al infierno. Después su heredero, el dictador Nicolás Maduro de Venezuela, no ha medido sus expresiones para ofender a todos aquellos que no están de acuerdo con su conducta política, arremetiendo contra el que preside la OEA, y contra varios presidentes de América Latina.

Ese discurso ofensivo, y muchas veces sarcástico, no redunda para bien de nadie, y muestra una tremenda bajeza intelectual de los que, supuestamente, van a gobernar un país, los cuales deben tener sabiduría y coherencia en lo que dicen y hacen.

Ahora vemos cómo en Honduras algunos políticos están adoptando este estilo de conducta en sus discursos, usando expresiones que no correctas, para expresar, no su ideario político, sino su amargura y resentimiento, arremetiendo contra los contrarios de forma ofensiva, e incitando incluso a la violencia y venganza.

Me quedé asustado cuando escuché a un candidato a la Presidencia incitar a sus seguidores al uso de violencia y la fuerza para tomarse, incluso la justicia por sus manos, si descubren en las elecciones próximas, la existencia de alguna anomalía en las mesas electorales. Tal mensaje incita al irrespeto de la ley, el orden, y además, promueve lo que podemos denominar una política anarquista.

¿Qué le espera a un país con este tipo de gobernantes, que no miden sus palabras para exteriorizar el irrespeto al orden establecido? Este discurso no edifica al partido, y evidencia que estamos frente a un político sin sabiduría, y que presenta una actitud prepotente, que pone en peligro la democracia de la nación y pudiera convertirse en un futuro “Nicolás Maduro”.

Debemos ser sabios en lo que decimos y hacemos, esta debe de ser la forma correcta de hacer política. Con amenazas, ofensas y excitación a la violencia no estamos haciendo un bien a la nación. Dice la Biblia que todo lo que uno siembra, eso es lo que recoge (Gálatas 6:8). Cuando la violencia domina sobre la razón, vamos camino a la perdición y llevamos al país a la confrontación. Lo primero que necesita un gobernante para llevar al país por buen camino, es la coherencia y obediencia a la ley, y no tratar de imponerse frente a su adversario, ofendiéndoles, sino buscar ganar en buena lid.

Las palabras agresivas y los mensajes confrontativos deterioran la paz social. Si descubriéramos en las próximas elecciones algo anormal en un proceso electoral, lo correcto es documentarlo y denunciarlo, mostrando con evidencias lo ocurrido, y no con violencia, porque la misma generará más violencia y como dijo Jesús, “el que a espada mata, a espada muere” (Mateo 26:52).