Triángulo Norte… el basurero

la tribuna

Por José Segovia Ynestroza

Con la claridad de análisis que le caracteriza y su gran conocimiento de la historia nacional e internacional como corresponde a un excanciller que nos ha representado tan dignamente, el doctor don Carlos López Contreras, concluye en su aportación reciente del 9 de enero aseverando que: “Con capacidad para el trabajo, inversión productiva, seguridad jurídica y ciudadana, podemos construir nuestro sueño americano sin salir de nuestras fronteras”. Cuantos hondureños, centroamericanos bien nacidos y próceres que han entregado inclusive hasta su vida, estamos convencidos de esta gran verdad y creemos en lo realizable de este gran sueño; sin embargo, debemos avergonzaros no solo de no parecer estar en capacidad de lograrlo, sino de permitir el que permanentemente se nos pisotee, como igual podemos ilustrarnos en la referida reseña históricas del doctor Contreras.

Cuando intentamos unirnos y fortalecernos como región nos encontramos con que la “unidad y separatismo han sido dos ideas presentes en la historia comercial de Centroamérica” así lo plantea el doctor Daniel Ortega Camacho en el reciente foro realizado en la universidad de Costa Rica, foro en el que prominentes expositores analizaron los efectos del TLC firmado con los EE UU; en el mismo foro el doctor Franz Hinkelammert, señala que nuestras debilidades se originan en el que “soberanamente renunciamos a nuestra soberanía”. Esa estrategia calculada y en permanente ejecución que las grandes potencias ejercitan manteniéndonos separados y obligados a renunciar a nuestra soberanía, no permite ni permitirá el fortalecimiento que requiere la consecución del sueño americano dentro de nuestra región; una región única, rica en la más grande diversidad de recursos naturales y de hombres y mujeres talentosas, puente de obligada necesidad para un mundo globalizado.

Hemos perdido nuestra dignidad a tal grado que complacientemente no solo hemos permitido convertir nuestro territorio en un basurero de chatarra sino que damos las gracias porque los rubios del norte nos mandan ropa usada (negociazo de supuestos benefactores), para vestir a nuestros pobres.

Los gringos ya no tienen que buscar islas remotas o hacer grandes excavaciones para botar su basura Honduras y especialmente el hoy llamado Triángulo Norte (nuevo plan separatista de la región), se prestan excelentemente para tal propósito; para ejemplo: aquí cerca de la capital en el cerro del Uyuca, la Policía, dependiente del Ministerio de Seguridad, tienen un yunker de venta de repuestos de todo tipo de carros desde turismos hasta rastras que ya son tantas que hasta usan peligrosamente el espacio del derecho de vía, las denuncias han llegado a la Fiscalía del Medioambiente y se hicieron los papos. Como corresponsables de la protección del Uyuca hemos acompañado a la Escuela Agrícola Panamericana en protestas formales y tampoco hemos sido escuchados, a lo mejor es que allí venden repuestos porque el 1.5% no les ajusta para darnos seguridad.

Resulta igualmente vergonzoso y repugnante como las barandillas de parques, escuelas, patios de iglesias y alcaldías y hasta las aceras se convierten los domingos y durante las ferias o cualquier fiesta patronal y desde la capital hasta el pueblo más remoto, en mercados de ropa usada, zapatos carteras etc. En ferias razón de orgullo como lo fue en sus inicios la reconocida Feria del Maíz en Danlí hoy ocupan grandes espacios estos negocitos, afeándolo todo, allí se encuentra todo lo desechado por los gringos, hasta zapatos y tenis usados eventualmente llenos de hongos trasmisibles, etc., desde luego nuestros pequeños empresarios del calzado, cuero o ropa, esos que tanto dice el gobierno que protege, no pueden competir con los famosos empresarios de los bultos; cuantos grandes estarán metidos en este vergonzoso y denigrante negocito.