PERSPECTIVAS DOMÉSTICAS

editorial la tribuna

YA días intentamos propiciar en la clase dirigente del país el interés por temas delicados que sin duda van a tener influencia en la vida nacional. Difícil lograr atención, peor ahora que inicia el espectáculo electoral, cuando tanto los políticos como la afición dedicarán gran parte de su tiempo al circo proselitista. Si bien todo proceso electoral contribuye a fortalecer el sistema democrático, la agenda nacional no debería ignorarse del todo. Sobre el tema de los precios de las gasolinas que ya han sufrido 12 semanas de aumentos consecutivos, tal vez estos párrafos tomados de un artículo de expertos –que recibimos gracias a la fina atención de un amigo empresario– sirva de aliciente:

“Aunque el precio del petróleo ha subido tras el acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir el suministro, podría volver a bajar ante la desaceleración de la demanda”. “Después de años de haber experimentado un saludable crecimiento impulsado por los bajos precios y el creciente apetito de Asia, la demanda de crudo podría crecer el 2017 a su menor ritmo desde 2014”. “El reciente encarecimiento del petróleo también puede contener las semillas de su propio fin, ya que el aumento del precio reduce el consumo”. “Economías emergentes como China no están aumentando su demanda de petróleo a la velocidad de antes”. “Los analistas también estiman que la subida de las tasas de interés de referencia en EE UU puede provocar una disminución de la demanda de los mercados emergentes, como ha ocurrido históricamente”. “Algunos analistas creen que si los miembros de la OPEP respetan el acuerdo, el precio del barril de crudo podría llegar a US$60 en este año, un nivel al que no se ha negociado desde julio del 2015”. “Es probable que la mayor influencia en el desenlace sea China. El gigante asiático ha estado ampliando sus reservas nacionales de petróleo en los últimos dos años para aprovechar sus precios bajos”. “La expectativa del crecimiento de la demanda de crudo va a declinar”. (Hasta aquí las citas”). Si estas predicciones resultan acertadas, los precios del crudo no llegarían a los niveles prohibitivos que alcanzaron en su tiempo de bonanza dañando las economías de los países importadores y con mayor hostilidad la de estos países acabados.

Sin embargo habría otro factor que se deduce del análisis anterior. Una reducción de la demanda se traduce en una desaceleración de las economías mundiales. Ya hay varios países latinoamericanos sufriendo los efectos de la recesión y ello no es saludable tampoco para nosotros. Nuestro mercado es influenciado fundamentalmente por la economía norteamericana. Así que las perspectivas domésticas para este año dependerán de ello. Sin embargo hay factores internos que deben atenderse. El desempleo es uno de los grandes retos. La carga impositiva sobre la iniciativa privada es demasiado alta para estimular la creación de fuentes de trabajo. La devaluación del BANTRAL encarece las materias primas para la industria y todos los bienes básicos importados. Un pedazo del incremento del precio de la gasolina –que esta semana alcanza los 90 lempiras por galón– es atribuible a la devaluación de la moneda. Esto es lo que el Cohep debiese estar discutiendo con el gobierno. Sin olvidar que el ánimo político, en un año electoral depende de cómo se sienta la gente.