La economía también entra en el agujero negro de la psicología
La economía también entra en el agujero negro de la psicología
Por Antonio Flores Arriaza
ideasafa1@gmail.com
Cuando un área del conocimiento logra ser reconocida como tal, es fundamental que posea un perfil: definir su área de estudio y su nivel de análisis. La psicología ha sido muy clara para cumplir estos requisitos mínimos. La psicología, (ya no su etimología, porque resulta insuficiente decir que es el “estudio del alma o psiqué). La psicología define como su objeto de estudio el comportamiento y el pensamiento humano (ciertamente, esto depende del enfoque teórico del psicólogo que la define, pero este, suele ser el más comúnmente reconocido). Asimismo, su nivel de análisis es el individuo. Para el caso, la psicología social estudia al individuo en sociedad, recibiendo la influencia de los pequeños grupos o de los grandes grupos, pero no estudia el comportamiento de la sociedad que debería ser el nivel de análisis de la sociología.
La psicología es una de las ciencias que más estudia el método científico y sus diferentes técnicas, hoy día, la formación del psicólogo está muy fuertemente influida por el método científico. Es, precisamente esta característica de aplicarse al método científico, lo que le brinda a la psicología una cada vez más poderosa capacidad ante otras ciencias sociales. Muchos otros “científicos” sociales aún siguen muy apegados a la razón como herramienta principal para “conocer” el mundo, es decir, pareciera que no logran despegarse de la madre filosofía. Apegarse al método científico es precisamente la sala de parto de todo estudio que quiera llamarse científico. Esta afirmación es tan cierta que, hoy día, las Normas APA son las regulaciones para redactar un informe científico de mayor aceptación en el mundo en diferentes campos, tanto se aplican en educación, como el medicina, en ciencias políticas o en ingeniería. Las Normas APA fueron creadas por el American Psychological Association, es decir, por el Colegio de Psicólogos de USA. Para que un informe sea valorado científicamente, debe ser redactado bajo las Normas APA o, incluso, puede ser rechazado por no poseer credibilidad.
Trabajé para una multinacional farmacéutica durante 21 años y, para mi sorpresa, varias veces observé que, un producto farmacéutico, en su informe científico, hacía constar que el diseño de la investigación había sido realizado por el Departamento de Psicología de una cierta universidad. Mi sorpresa es por qué los psicólogos no estudian fármacos, la química no es su campo de estudios. Pero sí la metodología de investigación.
Hoy día es común observar cómo sociólogos o psiquiatras hablan como psicólogos. Es decir, hacen su nivel de análisis en el campo de la psicología y no en el campo que les corresponde. Psiquiatras que hablan del comportamiento normal de las personas, cuando sus estudios son en el campo de la patología mental. Sociólogos que “explican” por qué se comportan las personas (los individuos) de cierta forma cuando ese no es su nivel de análisis. Los mercadólogos usan fuertemente la psicología para buscar cómo llegar a las motivaciones de los consumidores (pero ninguna agencia de publicidad tiene psicólogos entre su personal, sí los hay en USA y en Europa). Los diseñadores gráficos recurren a los estudios de la percepción humana desarrollados por la psicología. La psicología es hoy un poderoso agujero negro que, con el poder de manejar el método científico, atrae y devora a otras “ciencias” que se han quedado sin usar ese poder.
Y, ahora, un economista ha recibido el Premio Nobel por sus estudios sobre cómo la psicología influye en la economía. Nada para sorprenderse. Ya hace varias décadas atrás, John Kenneth Galbraith había brindado algunas explicaciones a esta temática. Hace algunas décadas se descubrió que la psicología de la percepción, la psicología de la motivación, la psicología de los pequeños grupos, eran factores determinantes para influir en la toma de decisiones del consumidor y determinar las tendencias del mercado y la economía. Se ha reconocido al economista, cuando lo que se debe es reconocer el poder de la psicología como estudio científico cada vez más avanzado para poder, realmente, explicar y comprender el comportamiento humano en los diversos campos de la vida. Este reconocimiento debería abrir espacios para comprender que la psicología hace mucho tiempo que dejó de ser únicamente el campo clínico que tanto ha afectado al desarrollo de esta ciencia en nuestro medio. La APA en USA reconoce 56 áreas de especialización de la psicología. Aquí en Honduras, con dificultad pasamos de la psicología clínica (mayormente restringida al psicodiagnóstico y menos al tratamiento), la laboral, la de mayor crecimiento centrada más en el reclutamiento y selección de personal (industrial, organizacional o del trabajo), de la escolar enfocada a los problemas de aprendizaje y a la orientación escolar (que difiere de la educativa). Ojalá que las universidades no se limiten a capacitar en las mismas especialidades de la psicología y estudien otras áreas de especialidad.
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