Democracia versus Alianza

Democracia versus Alianza

Por: Nery Alexis Gaitán
Se hace necesario en estos momentos de euforia electoral, valorar nuestro sistema de vida, que está contenido dentro de parámetros democráticos. El término democracia tiene su origen en Grecia y se forma a partir de los vocablos “demos”, (pueblo) y “kratos” (poder o gobierno). Este concepto se empezó a utilizar en el siglo V a. C. La democracia es entonces el poder del pueblo, donde este participa de todas las decisiones importantes de la vida nacional. Según define el manual, democracia es “una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto, la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.

La democracia se define también a partir de la clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón primero y Aristóteles después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno “de los mejores” para Platón), democracia (gobierno de la multitud para Platón y “de los más”, para Aristóteles).[]

“Hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros del pueblo. Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas reconocidas por el pueblo como sus representantes. Por último, hay democracia participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios. Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como mecanismos complementarios”. La democracia, a lo largo de la historia, ha demostrado ser el mejor sistema de gobierno, en donde todos tienen igualdad de oportunidades.

Por lo tanto, la consigna de todo buen ciudadano debe ser a favor de la continuación de nuestro sistema de vida democrático, que aunque tiene sus falencias y no lo vamos a negar, es la mejor opción para mejorar la calidad de vida que tenemos los hondureños. En estas elecciones se debe votar por los candidatos con tendencia democrática, es decir, que respetan nuestro sistema de vida, las instituciones ya establecidas y que desean la paz para nuestro pueblo.

En cambio, votar por el partido Libertad y Refundación (Libre) y su fatídica Alianza, solo es poner en riesgo nuestro sistema de vida y la paz en que vivimos. Este es un partido anti-sistema que en todo momento, y desde su aparición, ha creado caos y violencia en nuestra sociedad.

Su agenda política en ningún momento plantea soluciones a los problemas que enfrenta el país. Su accionar solamente plantea la toma del poder, a costa de lo que sea. Y de paso están obsesionados con la instauración de una Asamblea Nacional Constituyente para eliminar nuestra actual Constitución para así eternizarse en el poder.

Este 26 de noviembre votemos por nuestra democracia, por la paz y la tranquilidad. Votemos por las personas honestas, amantes de la democracia, que puedan hacer la diferencia en nuestro país. ¡Los hondureños merecemos un mejor destino en la vida!

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