Sócrates para agrónomos
Sócrates para agrónomos
Por: Segisfredo Infante
En el curso de estos últimos años he publicado por lo menos cuatro o cinco artículos directos e indirectos sobre el filósofo moralista por excelencia. Uno de ellos titulado “Anécdotas de Sócrates”, del domingo primero de marzo del año 2015. En fecha más reciente ofrecí una conferencia de dos horas para algunos amigos de las logias masónicas de Tegucigalpa, incluyendo amigos católicos, agnósticos y parientes, el primero de abril del presente año 2017. Aquellos manuscritos me sirvieron de base para organizar una segunda conferencia sintetizada, de una hora, y esta vez redactada como ensayo para los estudiantes de la Universidad Panamericana de Agricultura “El Zamorano”, que se verificó el día martes 31 de octubre del año en curso. La conferencia fue promovida por el doctor y profesor Josué Danilo Molina, físico de partículas egresado de una prestigiosa universidad de Río de Janeiro, y conectado directamente con el equipo de científicos del “Acelerador de Partículas” (“CERN”), que hasta ahora es el más potente del mundo, y que está localizado entre Suiza y Francia. El amigo Josué Danilo Molina ha sido integrante, además, del Grupo de Reflexión Filosófico-Científica “Kurt Gödel”, que organizamos en Tegucigalpa hace aproximadamente diez años. El evento en “El Zamorano” fue apoyado por la directora del “Departamento de Currículo General”, la doctora Adela Acosta; por la historiadora Daniela Navarrete y su amiga la profesora Ana Hernández; por el profesor Paul Stufkent; y el filósofo y teólogo colombiano Carlos Zamora, con estudios universitarios en Italia, y con el visto bueno del señor rector Jeff Lansdale.
La conferencia fue desarrollada en poco más de una hora, añadiéndole comentarios marginales improvisados, frente a un formidable auditorio de doscientos estudiantes aproximados, de los cuales puso atención un noventa por ciento de los asistentes, lo cual es demasiado, positivamente hablando, por tratarse de un tema filosófico antiquísimo, quizás abstruso, en medio de una universidad eminentemente técnica, interesada en el desarrollo agropecuario, forestal y de negocios agrícolas de Honduras y América Latina; incluyendo un estudiante de España que también se me acercó para formularme preguntas y correcciones pertinentes, acerca de “Sócrates y la problematicidad filosófico-científica”, que fue el título de la charla, la cual ha sido publicada en el número diecisiete de la Revista Histórico-Filosófica “Búho del Atardecer”, correspondiente al mes de noviembre del año que transcurre, que circula gratuitamente en diversas librerías.
De antemano comprendía la dificultad de hablar acerca de Sócrates, una de las personalidades más “enigmáticas” y más difamadas de todos los tiempos. O hablar de cualquier otro filósofo antiguo, medieval, moderno o posmoderno, en medio de estudiantes de agricultura y agronegocios. Sin embargo, siempre he recordado que en Bersheva, en el sur desértico del Estado de Israel, existe una universidad técnica que sólo tiene cuatro facultades; pero una de ellas es la facultad de “Historia” y humanidades, tal como les comenté, ese mismo martes por la noche en un programa de televisión, a los representantes de “El Zamorano”, los licenciados e ingenieros Juan Carlos Hernández y María José Baires. El mismo Josué Molina me dijo, “con uno sólo que haya prestado atención, es todo un éxito”. Eso también me recordó que en una conferencia de Ortega y Gasset sólo asistieron tres personas que nada tenían que ver con la filosofía. Una de tales personas era el médico J. Rof Carballo (de la generación de “1936”), quien terminó convirtiéndose en filósofo, y creo que otro asistente era el físico y matemático Pedro Laín Entralgo, quien también terminó por escribir filosofía.
El ensayo acerca de “Sócrates y la problematicidad filosófico-científica” repetimos, está publicado en el “Búho del Atardecer”, para todos aquellos que lo quieran leer. Porque Sócrates es un problema histórico en sí mismo, bajo el supuesto que la “Historia” es una ciencia, por lo menos desde los tiempos de Tucídides, el griego. En el viaje a la Universidad Agrícola me acompañaron algunos integrantes del Grupo “Kurt Gödel”: Tito Livio Castellón; Elsa Marina Torres y su pareja; la poeta Delmis Emilia; y el joven filósofo e historiador Rossel Montes. Al final de mi conferencia expresé lo siguiente: “Sócrates es para nosotros como una inspiración marmórea, tan antigua y contemporánea, encaminada a superar nuestros tremendos defectos individuales y colectivos. Nuestras arrogancias. O nuestros pecados innegables, según la tradición judeo-cristiana occidental.”
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