¿Observadores a avalar dictadura?
¿Observadores a avalar dictadura?
Por Óscar Lanza Rosales
olanza15@hotmail.com
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha anunciado que vienen aproximadamente 400 observadores extranjeros para dar fe de la transparencia de las elecciones generales del próximo domingo 26 de noviembre, con numerosas delegaciones de Estados Unidos y de la Unión Europea, y la presencia de los expresidentes, Laura Chinchilla, de Costa Rica; Vicente Fox, de México; Jorge Quiroga, de Bolivia; José Luis Zapatero, de España; Ricardo Lagos, de Chile; y Álvaro Colón, de Guatemala.
A muchos hondureños no nos entusiasma la presencia de tantos observadores, lo que nos preocupa es la culminación de un proceso que está viciado por la candidatura reeleccionista del actual Presidente Juan Orlando Hernández (JOH), que contra viento y marea, haciendo uso de su poder absoluto, impuso su candidatura violando los preceptos constitucionales que prohíben tal acto y otras leyes de la República.
Para conocimiento de los observadores que van a estar presentes en las elecciones del domingo:
El Presidente JOH, para su candidatura reeleccionista, ha invocado una sentencia ilegal de la Sala Constitucional que no lo abarca en su aplicación; por referirse exclusivamente al “ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Ejecutivo” (Artículo 239), es decir a “expresidentes”; y también por declarar la inaplicabilidad del Artículo 374 que no permite reformas a artículos pétreos que prohíben la reelección. La sentencia aludida a lo que ilegalmente conduce respecto a este Artículo 374 es estrictamente a posibilitar la reforma de aquellos artículos pétreos, y no directamente a reelegir presidentes. Esos pétreos nunca fueron reformados porque en el Congreso Nacional, el partido de JOH se opuso a hacer la consulta al pueblo por el debido procedimiento, en aplicación al Artículo 5 constitucional.
El TSE, al inscribir a JOH para su reelección, violentó el Artículo 4 constitucional, segundo párrafo, que obliga a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia, que no es otra cosa que el 27 de enero de 2018 otro ciudadano, distinto de JOH, debe ser investido como Presidente constitucional de la República. Este artículo continúa vigente.
Además el Presidente JOH, como jefe superior de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, respectivamente, consignados en sus leyes orgánicas, queda inhabilitado para ser reelegido presidente de acuerdo al Artículo constitucional 240 numeral 3.
No nos explicamos cómo organismos serios como la Unión Europea, que ha seguido de cerca este proceso eleccionario, muestren tanto interés en estas elecciones generales, después que el mismo Presidente JOH no le dio importancia a sus recomendaciones que para democratizar más el país, planteaba reformar las leyes electorales, incluyendo la realización de la segunda vuelta, una reforma necesaria ante la proliferación de partidos políticos y para legitimar por mayoría el candidato que resulte electo presidente. Ante esa negativa del actual gobierno, el embajador de la Unión Europea acreditado ante nuestro país, Ketil Karlsen, terminó conforme con la elegante condecoración que le impuso el presidente JOH.
Admiramos al pueblo paraguayo, que a base de fuertes manifestaciones de protesta logró desistir, al actual presidente de ese país, Horacio Cartes, de reelegirse casi en las mismas circunstancias en que lo pretende hacer el actual Presidente de Honduras. Tarea que no logramos cumplir la mayoría del pueblo hondureño y que se opone por las razones ya expuestas a la reelección de JOH.
Situación parecida a la hondureña, está viviendo el pueblo boliviano, cuyo actual mandatario Evo Morales, también quiere reelegirse, a pesar que la constitución de su país se lo prohíbe. Por eso nos extraña la presencia como observador del expresidente boliviano Jorge Quiroga, que allá se opone a la ilegal reelección de Evo, pero que viene a Honduras a avalar la reelección también ilegal del Presidente JOH.
Lástima que los principales partidos de oposición de Honduras han cometido el error de participar en un proceso electoral viciado. La gente sensata entre los hondureños ha dicho que estos partidos hubieran condicionado su participación a la no inscripción del Presidente JOH para su reelección por los impedimentos constitucionales y legales ya señalados.
No hay duda que con el apoyo de la maquinaria oficialista, con los fondos públicos financiando todos los medios de comunicación y los programas sociales populistas como la bolsa solidaria, JOH tiene probabilidades de salir reelecto para el próximo período presidencial, y lo irónico es que sería con el apoyo de la pobrería, a quienes les ha mentido y les sigue mintiendo con sus cínicas promesas.
¡De salir reelecto JOH, ante un proceso electoral viciado no puede salir otra cosa, que una dictadura! ¿Eso es lo que van avalar los observadores?
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