Difícil elección

Difícil elección

En Honduras, este próximo 26 de noviembre, los hondureños estamos convocados a participar en las elecciones generales para elegir presidente, diputados y alcaldes municipales, ante lo cual los hondureños nos encontramos ante una disyuntiva nada halagadora, pues estamos frente a un evento matizado por extremos de parte de los partidos políticos mayoritarios y una pléyade de minúsculos partidos denominados de maletín, por su escaso membresía y su ya conocido papel de satélites del partido Nacional, actualmente en el poder y con una larga y penosa sombra de corrupción desde las altas esferas del poder, así como una ilegal candidatura que violenta la actual constitución de la república, la cual fue vilmente manoseada por una espuria sala de lo constitucional, que obviando su incapacidad para modificar la constitución, avaló la ilegal reelección del actual presidente, quien en la actualidad controla todos los poderes del estado ya sea por afinidad política o por otros medios harto conocidos, con el agravante de una serie de escándalos relacionados con el narcotráfico, compra de influencias, atraco a instituciones del estado, nepotismo, despilfarro de los recursos del estado en acciones populistas, que menoscaba su idoneidad para seguir siendo gobierno, por el otro lado tenemos al partido Libre con su actual alianza contra la dictadura, en el cual participa como comparsa el partido político Pinu, cuya plataforma de gobierno es muy débil, incoherente, altamente fantástica, cuyo pensamiento primario en ganar el poder y convocar a una constituyente para reformar la constitución al mero estilo del chavismo, queriendo endilgarnos a los hondureños la famosa doctrina del socialismo del siglo veinte y uno, política que ha llevado al descalabro a la república de Venezuela, pero que acá quieren seguir este modelo que a todas luces ha fracasado, sus voces estridentes resaltan lo que todo partido izquierdista proclama:" Si gano las elecciones son limpias y justas, si pierdo fue porque se hizo fraude y no reconozco el triunfo del contrario",  el resto de partidos políticos de maletín aleros del partido nacional, solamente buscan ser rellenos y oportunistas para disfrutar de las migas del poder, no tienen ninguna opción de obtener el poder y sus propuestas, no difieren de las del partido Nacional, la tercer fuerza política el partido Liberal, aun no se repone de su desastrosa aventura de ser copartícipe del gobierno nacionalista, en donde sus representantes se han plegado a las directrices del gobierno de turno, ya sea haciendo de la vista gorda o actuando en forma desleal en contra de los intereses de quienes les confiaron su papel como una oposición constructiva, pero que como tal nunca existió, convirtiendose en una triste y depreciada marioneta con su maridaje con el gobierno de turno, que en la actualidad, pese a tener un buen candidato, tiene los mismos errores de los demas partidos y es ser un marioneta de políticos oscuros y nefastos al pueblo hondureño,  con el estigma de ser un partido que ha traicionado sus propios ideales en beneficio de quienes poseen el poder real dentro del mismo.

Es así mis estimados conciudadanos, que nos encontramos sometidos a una polarización política, que nada bueno nos espera a los hondureños, pero como un deber ciudadano, tenemos la obligación y el derecho de elegir el menos malo dentro de todos los malos, y que tenga una pizca de decencia para decir basta a este flagelo que corroe las entrañas de mi país, como ser la corrupción entronizada, la cual no tiene ninguna ideología y que ha sido parte de todos los gobiernos que han desgobernado a mi país, con altos y bajos pero siempre corrupción, que está institucionalizada en mi país.

Tenemos por el otro lado la elección de diputados y alcaldes, que también han sido copartícipes del descalabro que sufre mi país. muchos de los cuales ya son venerables dinosaurios políticos, que ya días deberían haber dado paso a generación de jóvenes que quizás hagan la diferencia,  pero que se aferran al poder con uñas y dientes, olvidando que el pueblo hondureño sabe lo nefasto que han sido a los intereses generales de la mayoría, en donde tomando las mañas de antaño, persiguen que el pueblo hondureño les de carta blanca votando en plancha, apto de burla a la conciencia y el intelecto del pueblo, que creíamos haber dejado atrás, pero que vuelve al ruedo actual como una forma de controlar el poder absoluto tanto a nivel ejecutivo como legislativo de parte de los contendientes políticos, igual situación tenemos con los alcaldes municipales y sus comparsas los regidores, quienes son unos perfectos desconocidos y que los elegimos al calor del titular a la alcaldía pero que hoy en día son una fuente de drenaje de recursos económicos en detrimento de los municipios, ya que constituyen una fuerte erogación de dinero en mantener esta estéril burocracia con jugosos sueldos por fuera de la realidad de los municipios.

Viendo este panorama, los hondureños tenemos el deber de elegir al menos malo, ver con lupa a cada uno de los aspirantes a diputados y lo mismo a alcaldes, con los regidores, pues con estos estamos amolados, pues se eligen en cascada al calor del candidato a alcalde, pero que en un futuro cercano se pueda legislar para que estos ciudadanos sean electos por distritos y propuestos por los vecinos y no por la cúpula de los partidos políticos, que en nuestro país, tienen dueño.

Que Dios nos tome confesados y que si es su voluntad, no se  lleve a cabo el masivo fraude electoral que todos tememos, que los electores seamos burlados y se apoderen del triunfo en la contada.