El pozo

El pozo

Por: José Israel Navarro Carrasco
Coronel de Aviación ®
El pozo es un lugar que en nuestra aldea o pueblo íbamos a traer el agua en baldes para el servicio de nuestras casas o lo teníamos cerca de nuestros hogares para uso nuestro, lo considerábamos como nuestra fuente de vida por el elemento vital como es el agua, pero no confundirlo con el poso que significa turbiedad, bazofia, residuo y otros significados no muy agradables.

“El pozo” es el nombre del lugar que los medios le han dado al lugar donde están actualmente los reclusos de máxima peligrosidad (debería ser el poso) y que están considerados como los jefes de organizaciones criminales, se podría decir la mafia hondureña, los que se dedicaban a la extorsión, sicariato, distribución y venta de droga y otras actividades ilícitas, ya que desde la cárcel dirigían sus cotos de caza, ocasionando a la población inseguridad y malestar con el gobierno actual, aduciendo que no puede controlar los delincuentes, aprovechado por la oposición, dando efecto de poco desarrollo e inversión.

Hoy vemos que el señor Presidente construyó e inauguró una cárcel de máxima seguridad trasladando estos individuos de sus palacios en que estaban, ya que en estos lugares les permitían tener todas las comodidades que se tienen en libertad, solo les faltaba deambular por la ciudad y ver en situ sus acciones ordenadas, los ciudadanos pudimos observar cómo estaba la celda del alcalde de Yoro similar a una suite de un hotel de cinco estrellas con todas las comodidades como ser: cable, TV , internet, su armario, cama doble y otros enseres domésticos, pero el culpable es el que permite ya que me atrevo a decir que recibía un peculio por eso, cayendo la responsabilidad en la cabeza del gobierno tildándolo de corrupto, siendo culpable el funcionario de segunda o tercera categoría, me imagino que así vivían los de máxima seguridad con todas sus comodidades al alcance de su mano y una corte de personas que estaban prestos a satisfacer sus órdenes.

Los derechos humanos ya se prestan a ser parte de la corte de estas personas protestando por la manera en que se tienen a los reos de máxima peligrosidad, nunca los he escuchado del lado de las víctimas, siendo esto indiferente para ellos, ya que consideran el gobierno un ente opresor, ni siquiera la iglesia ha protestado y se ha puesto del lado del pueblo y del señor Presidente, ya que el que trasgrede la ley está expuesto a ser juzgado y puesto en la cárcel, ahora estos presos quieren todas las comodidades que perdieron en sus antiguos alcázares de detención y seguir en su quehacer diario de violación de la ley, por muchos años el pueblo vio con mucha paciencia que las cárceles más parecen universidades donde se imparten muchas especialidades, para que el privado de libertad escoja su línea de trabajo y se especialice, muchos de ellos han llegado a la cima de la organización, convirtiéndose en magnates y dirigiendo organizaciones criminales por la facilidad y complicidad de las autoridades carcelarias, también ahí nuestro Presidente debe trabajar poniendo estos cómplices en las cárceles de máxima seguridad para que sufran lo que el pueblo ha sentido.

Hoy estos transgresores de la ley se atreven a pedir un menú de comida, las comodidades perdidas, llamadas por teléfono y posiblemente visitas conyugales, el señor Presidente no está dispuesto a ceder un ápice de su postura y el pueblo lo apoya, entonces para qué sirven estas cárceles, ya expresó que se construyen más, lo importante va ser la educación del guardia carcelario, que su primer deber es cumplir con sus obligaciones, hacerle firmar un compromiso que si lo transgrede será inquilino de dichas jaulas con doble pena, ya que se confía de que hará su trabajo eficientemente.

Mi madre decía que cuando prestaban algo con promesa de regresarlo expresaba “eso cayó en pozo no regresa igual”.

Un pueblo ve con agrado la toma de decisiones de un presidente, ya que se está haciendo lo que se debe hacer, dándole una vida mejor, cambiando Honduras y generando una marca de país.

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