Defensores de derechos humanos
Por: Miguel Osmundo Mejía Erazo*
Los defensores y defensoras de los derechos humanos son personas que, a título individual o colectivo, trabajan para hacer realidad los derechos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en las diversas normas que la desarrollan. Ese compromiso se ha demostrado fundamentalmente para visibilizar situaciones de injusticia social, combatir la impunidad e impulsar los procesos democráticos en todo el mundo. En la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General el 9 de diciembre de 1998, las Naciones Unidas no solo reconocieron su legitimidad al considerar la defensa de los derechos humanos como un derecho en sí mismo, sino también el papel decisivo que desempeñan y la necesidad de garantizar su protección. Los defensores y defensoras son aquellas personas que actúan pacíficamente, sin recurrir a la violencia, para promover y proteger la universalidad e indivisibilidad de los derechos de pueblos e individuos.
Diverso es el campo en la defensa de los derechos humanos desde que se suscribió la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, 27 artículos que todos los estados miembros están obligados a cumplir y para ello hay cualquier cantidad de organizaciones no gubernamentales encargadas de vigilar el actuar de los estados en relación a respeto a los derechos humanos, además los mismos países han integrado oficinas encargadas para tal fin, en el caso de Honduras tenemos un Comisionado Nacional de los Derechos Humanos electo por el Congreso Nacional y que funciona independiente de los poderes del Estado para el mejor ejercicio de su labor. Como mencionamos hay cualquier cantidad de organizaciones que se dedican a vigilar que los gobiernos o estados cumplan con el respeto a los derechos humanos y muchos de ellos lo hacen en una forma profesional y ecuánime, otras tienen poca credibilidad porque defienden los derechos de unos pero los de sus contrarios ideológicos pasan intencionalmente desapercibidos.
Por nuestra parte leímos el interminable listado de violaciones a los derechos humanos que organizaciones de la sociedad civil del país han plasmado en sus informes, allí encontramos desde la falta de medicinas, el derecho a trabajo, a la educación e incluso algunas leyes como la Ley de Minería que fue aprobada el año 2013 y otras leyes como las recientes reformas al Código Penal, etc., la lista es exageradamente larga y meticulosa porque incluye situaciones que a nuestro criterio son producto del sistema social, político y económico que vivimos, gracias a estas organizaciones con financiamiento externo, muchos funcionarios encargados de la seguridad nacional actúan con miedo y mucho pulso para no ser demandados nacional e internacionalmente, razón por la cual aún a los peores asesinos y delincuentes que en otros países les aplicarían la pena de muerte, aquí en Honduras hay que tratarlos como vaso frágil porque de inmediato salen a protestar algunos de buena fe, otros porque ese es su modus vivendi y su misión de protestar por todo, pero no se manifiestan cuando es asesinado un policía o un soldado en el cumplimiento de su deber o cuando a estos compatriotas de uniforme se les violan sus derechos humanos.
Queremos dejar claro que estamos en contra de cualquier violación a los derechos humanos, empezando por el respeto a la libertad de expresión, pero así como la justicia debe ser pareja y aplicarse a todos sin ninguna distinción ni preferencia, igual el respeto a los derechos humanos, además no solamente debe ser tarea de las organizaciones creadas para tal fin, sino una misión de todo buen hondureño, denunciando toda violación a los derechos universales y sobre todo la violación a las leyes nacionales e internacionales que dejan en precario a Honduras como un Estado de Derecho.
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