MACCIH: Entre decepción y aplausos

MACCIH: Entre decepción y aplausos

Por Óscar Lanza Rosales
olanza15@hotmail.com

El pasado 1 de diciembre, la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) ha presentado oficialmente ante la Organización de Estados Americanos (OEA), el informe de sus primeros seis meses de operación en Honduras, que cumplió el último 19 de octubre.

Informe que fue recibido en Washington con gran satisfacción, principalmente por parte de los embajadores de Estados Unidos y Canadá, que han externado sus opiniones al respecto. El primero señalando que la cooperación entre el Gobierno de Honduras (GoHo) y la OEA ha permitido una rápida y efectiva respuesta a la demanda de la ciudadanía para acabar con la corrupción y aumentar la transparencia en Honduras. Sintiéndose feliz por el aporte e involucramiento de la MACCIH en la aprobación de nuevas leyes en el país, como la Ley de Fiscalización del Financiamiento de los Partidos Políticos. El representante canadiense por su parte felicitó al GoHo por estos primeros resultados, invitando a los demás miembros de la OEA para apoyar a la MACCIH e impulsar los cambios necesarios para mantener el imperio de la ley y crear un sistema anticorrupción sostenible.

Miren que halagadoras se ven estas opiniones, que contrastan y contradicen totalmente las declaraciones que expresó hace tres semanas en Tegucigalpa, José Ugaz, el peruano presidente de Transparencia Internacional, que pidió entre otras cosas que cesaran los ataques por parte del GoHo contra la MACCIH por la posición asumida en la elección de los nuevos magistrados del Tribunal Superior de Cuentas, que no atendió sus recomendaciones en esa elección; que la agenda nacional no se distraiga por fuegos artificiales electorales como la reelección del actual Presidente de la República; que es necesario completar la investigación sobre el fraude del IHSS que sirvió para financiar a un partido político; y que el desempeño de Honduras en el Índice de Corrupción, sigue siendo muy pobre y no es para celebrar.

Son posiciones extremas: Una pintando la triste realidad, la del presidente de TI, desilusionado al igual que la mayoría de la sociedad hondureña, por el débil apoyo que el gobierno está prestando a la MACCIH en su trabajo en nuestro país, de lo cual la misma MACCIH se ha quejado y casi ha llorado ante los medios de comunicación. Y la otra cara de la moneda, allá en Washington, donde está la sede de OEA, en una ambiente relajado entre diplomáticos, donde la burocracia internacional departe amigablemente hasta con vinitos, donde el ruido de los tambores de la corrupción y la impunidad de Honduras no se sienten ni se escuchan.

Este informe se titula MACCIH-OEA: Seis meses de reformas anticorrupción en Honduras, que según el vocero de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, se ha logrado mediante una “colaboración activa” con las autoridades hondureñas, para la puesta en práctica de profundas reformas legislativas y judiciales, al tiempo de propiciar la participación de la sociedad civil en la búsqueda de soluciones.

Este informe de 38 páginas señala las tareas de la Misión y describe los logros más significativos, entre los que destacan los siguientes: Se ha procedido a la selección y nombramiento de jueces independientes anticorrupción a nivel nacional, realizado por un comité donde participa la MACCIH pero no los Partidos Políticos. Y su comentario más atrevido es que “estos jueces no recibirán directrices de nadie”.

Ya se aprobó La Ley de Política Limpia, un modelo para que los partidos y candidatos rindan cuentas de sus finanzas, y que la Unidad de Fiscalización que crea la ley, pueda sancionar a los infractores si se financian con dineros ilícitos. Pero deja suelto al partido gobernante que se publicita con el presupuesto nacional. Informa también que ya inició el trabajo de investigaciones del caso del Seguro Social, pero no menciona nada nuevo.

La Misión, en colaboración con la sociedad civil inició la organización del Observatorio de la Justicia para realizar un diagnóstico de los problemas que padece el Poder Judicial. Así mismo señala que contribuyó a que la Procuraduría General de la República renuncie a la práctica de conciliar casos de corrupción, rechazando hasta esta fecha 38 conciliaciones.

Concluye la MACCIH pidiendo a la comunidad internacional reconozca al GoHo por sus esfuerzos para afrontar el problema de la corrupción e impunidad, siendo la máxima expresión su decisión de solicitar a la OEA su colaboración para combatir este problema y enfrentarlo con firmeza.

Qué cambio el de MACCIH, primero compartir lo que decía José Ugaz en Tegucigalpa y ahora alabando al Gobierno de Honduras en Washington.

¿Una posición embarazosa para sobrevivir?

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