LOS ILUSOS Y LAS PERSPECTIVAS

editorial la tribuna

SOBRE otras perspectivas para el año venidero. Bueno, allí tienen las consecuencias del alza en los precios del crudo por culpa del odioso cartel de la OPEP, que dispuso un recorte al suministro de petróleo como por cortesía de los tecnócratas del Bantral que han devaluado la moneda a 23.65 lempiras por dólar, provocando el incremento del precio de todo lo importado. Ese dato, necesario repetir hasta la saciedad, para beneficio de ilusos bocas abiertas que creen que la devaluación solo afecta a quienes cambian dólares para sus viajes al exterior. Tiene razón –nos comentaba un amigo periodista– siga neceando con eso de la devaluación. “Ya el ciudadano común y corriente empieza a sentir cómo eso consume sus raquíticos presupuestos familiares”. Así que ya saben a qué atribuir que estas fiestas de Navidad y de Año Nuevo sean más caras. Cae el zarpazo sin mucha bulla –deslizado, despacito y suavecito– mientras el amable público –con los ojos desorbitados pero con el alma llena de regocijo disfrutando la festividad– se divaga en celebraciones.

A exprimir el aguinaldo hasta la última gota y a estirar las tarjetas de crédito hasta donde aguanten, para financiar el feriado. Pero no malgasten, tengan lista la cuota para lo que viene. La ENEE estaba a punto de cobrar la segunda tanda del incremento tarifario autorizado en mayo de este año mediante resolución CREE-019. Allí convinieron dos tablas de incremento que se aplicarían en dos períodos para el sector residencial e industrial; es decir del 1 de junio al 31 de diciembre se cobraría una parte y a partir del 1 de enero del 2017 la siguiente. LA TRIBUNA publicó los detalles de cómo el alza de las tarifas y el incremento recetado bajo la partida de “costo fijo” afecta los hogares como a los negocios. De pronto, por alguna orden de arriba, detuvieron el mecatazo –supeditado a que primero se reduzcan las pérdidas técnicas– sin embargo solo es cuestión de tiempo para que resucite. No vamos a repetir los numeritos del alza tarifaria que en cualquier momento podría suceder. De todas formas el público no es partidario a enterarse de las cosas en forma detallada. Prefieren ahora recibir las noticias distorsionadas por los “chats” y en las redes sociales. ¿Cómo calculan que un alza en las tarifas eléctricas incidiría en el ya pesado costo de operación de las pequeñas, medianas y grandes empresas? ¿Qué efecto tienen esas medidas a las posibilidades de inversión en el país?

Para principios de año se reanudan las pláticas tripartitas en la negociación del salario mínimo. Tengan cuidado y no se les vaya a ir la mano en la fijación de este otro factor que incrementa a los empresarios el costo de mantenerse a flote. Las tasas de desocupación son inquietantes, pero se podrían tornar inmanejables si cambia la política migratoria en los Estados Unidos. De no ser por los compatriotas que se fueron a buscar trabajos allá –que dicho sea de paso con sus remesas familiares mantienen la estabilidad económica– las cifras del desempleo aquí serían alarmantes. Sí, ya sabemos que insistir en estas cosas es como arar en el mar. Mucha gente no entiende de consecuencias, hasta que se vienen encima. En vez de defender el empleo –que tenerlo en esta época es una bendición– exigen dizque por lo cara que está la vida. Lo que repercute en despidos con lo que cuesta encontrar trabajo. Estos problemas sociales son los que explota la oposición a manera de hacer proselitismo. Raras veces dan opciones o plantean soluciones, pero los utilizan para la crítica. Para mejorar las expectativas positivas del año que viene, es necesario enfrentar la desocupación –de parte de la empresa privada y del gobierno– como desafío perentorio y como objetivo prioritario.