Los logros del gobierno



Los logros del gobierno

Por Edmundo Orellana
Catedrático universitario

El gobierno asegura que es el más transparente de la historia, que las buenas prácticas en la adquisición de bienes y servicios es reconocido en el mundo entero, que la violencia ha disminuido dramáticamente y, en consecuencia, la seguridad se ha fortalecido, que más hondureños están empleados y que menos se encuentran en pobreza extrema. Lo repite hasta la saciedad, pretendiendo que sea parte de nuestro universo de percepciones.

Para demostrar que todo eso es cierto, el Presidente se congratula por el premio a la transparencia otorgado a su gobierno por la iniciativa CoST (Construction Sector Transparency Initiative), que busca mejorar el valor del dinero que se invierte en infraestructura pública, mediante una mayor transparencia en la ejecución de proyectos de construcción. Desde luego, que debe sentirse muy bien, porque con ello pretende descalificar las declaraciones del presidente de Transparencia Internacional que recientemente ofreciera en ocasión de su visita al país, y que resultaron coincidentes con las razones por las cuales Estados Unidos no incluyó, otra vez, a Honduras en la Cuenta del Milenio. En ambas posiciones se destaca la falta de transparencia y la ausencia de buenas prácticas, en lo que coincide la percepción de la sociedad hondureña, para la cual este gobierno es el menos transparente de la historia.

Resulta extraño, realmente, que esa organización otorgue un reconocimiento a un gobierno que ha declarado, en aplicación a la ley de secretos de Estado, que las licitaciones de las instituciones estatales pueden ser declaradas secreto de Estado. Que también mantiene en secretividad el manejo de la Tasa de Seguridad, impidiendo que el Tribunal Superior de Cuentas pueda practicar auditorías sobre el mismo, y mantenga al margen de los controles administrativos el mecanismo denominado COALIANZA, responsable en el país de la ejecución de las mayores inversiones en infraestructura.

Resulta curioso que esa organización premie al gobierno que ha sido cuestionado severamente, justamente, por su falta de transparencia y de rendición de cuentas, por la entidad gubernamental responsable de exigir procesos transparentes en las decisiones estatales y rendición de cuentas, el IAIP.

¿Qué credibilidad puede tener, entonces, esa organización conocida por sus siglas CoST?

En relación con la violencia, las autoridades de seguridad son más que optimistas con los números que reflejan las estadísticas. ¡La violencia ha disminuido!, proclaman a los cuatro vientos. Sin embargo, todos los días aparecen noticias de masacres y de atentados contra personas, incluido el último, de un colaborador de la Comisión de Depuración Policial, que, no obstante las advertencias del pastor que la integra, en el sentido de que no pretendan distraer la gravedad del asunto, imputándolo a un simple delito de robo, la autoridad policial, sin rubor alguno, sostuvo, en su versión inicial, la tesis de que se trató de un intento de robo de vehículo, con lo que se pretendía descartar que los depurados eran los responsables. Gracias a aquella advertencia, se vieron obligados a cambiar la versión inicial y ahora resulta que, efectivamente, la responsabilidad recae sobre depurados, lo que coloca a los miembros de la comisión en una situación de inminente peligro que el gobierno es incapaz de prevenir, ya que existe la sospecha de que policías activos participaron en el mismo. Es evidente que la solución no fue la mejor. Lo mejor hubiese sido comenzar de cero, dando de baja a todos y reclutando solamente a los que no tenían antecedentes y aprobasen las pruebas de confianza. Con el mecanismo de depuración lo único que tendremos al final es que los miembros de la comisión y sus familias no tendrán otra protección que vivir en el extranjero, expediente al que acude el gobierno por su incapacidad de brindar seguridad.

Sobre el desempleo el gobierno alega que ha logrado disminuirlo efectivamente. Más hondureños están empleados y cada día se emplean más. La realidad, sin embargo, está allí, a la vista de todos. De los desempleados, los más golpeados, por la frustración, son los universitarios recién graduados.

Sobre la pobreza extrema, el gobierno no puede desmentir al Banco Mundial, cuyos datos revelan que en los últimos 14 años, Honduras mantiene el promedio de pobreza mal alto de la región centroamericana.

La población tiene la certeza de que el gobierno miente, pero este tiene la confianza de que su propaganda cambiará tal apreciación, haciéndole creer que lo que ve y siente es lo que su gobierno le dice.

En conclusión, los logros del gobierno son visibles únicamente en su propaganda, de efectos electoreros, ciertamente.

Comentarios

Entradas populares