LOS PRONÓSTICOS

LOS PRONÓSTICOS

CON el advenimiento del año nuevo se ponen de moda los pronósticos. Estas son las estimaciones realizadas por cinco gigantes de Wall Street, JP Morgan, Bank of America Merrill Lynch, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley”: “Para Perú estiman un crecimiento promedio de 4.3%, con una inflación esperada de 2.8%, en línea con la meta oficial. El Banco Central mantendrá en 4.25% la tasa de interés”. “Argentina, tras un año de recesión y un fuerte cambio de rumbo después de la salida de la Kirchner, se espera que crezca 2.8 por ciento, la inflación se reduciría del más de 40% de este año a un 19.5%, mientras es muy probable que la entidad monetaria baje las tasas del 24.75% actual a un 18.6 por ciento”. “Colombia espera una expansión de 2.3% del PIB, con un alza de precios de 4.1%”. “Chile tendría un pequeño repunte en el crecimiento, que alcanzaría un 2 por ciento, con una inflación del 3.08%, y las tasas de interés bajarían al 3 por ciento”.

“México, si bien tendrá una expansión de 1.7%, es el único país en el que ese avance será menor al de este año por la incertidumbre generada con el nuevo gobierno de su vecino del norte. La inflación estaría en el orden del 4%, y el Banco Central reduciría las tasas hasta un 6 por ciento”. “Brasil, tras la recesión más profunda de su historia reciente –agravada durante el gobierno de la depuesta Rousseff– crecería un 0.9 por ciento”. “Los precios subirían solo un 4.8%”. “La autoridad monetaria hará un recorte importante, del 13.75% actual al 10.95”. “Venezuela en cambio será el país de peor desempeño de la región”. “El PIB volverá a caer, aunque 2.9%, mientras la inflación seguirá siendo la más alta del planeta, con una media esperada de 622 por ciento”. Ello gracias al fracaso de la “revolución del siglo XXI y al ruinoso manejo económico y político de la autocracia”. Los países suramericanos fueron afectados por la caída de los precios de las materias primas, ya que su relación comercial es más con Europa y los países asiáticos. Las naciones centroamericanas orbitan alrededor del mercado norteamericano. Así que la recuperación de la economía estadounidense –sumada a la caída de los precios del crudo– ha influenciado favorablemente estas economías. Sin embargo hay que estar ojo al Cristo a varias amenazas latentes. ¿Cuál sería el cambio de la política migratoria en los Estados Unidos y el efecto en las remesas familiares y los trabajos de los cientos de miles de compatriotas que residen allá? ¿Qué sucedería con las tasas de desempleo locales –ya de por sí preocupantes– si se producen masivas deportaciones?

La decisión del odioso cartel de la OPEP de reducir el suministro, ya ha provocado alza de los precios del crudo. Si a eso le suman el efecto dañino de la devaluación que aplica el Banco Central de Honduras, el precio de la gasolina en las bombas podría alcanzar otra vez 100 lempiras el galón, anulando los ahorros que el país tuvo durante estos últimos años en el pago de su factura petrolera. La ENEE acaba de recular en su intención de elevar las tarifas de la energía. Pero ese incremento solo es cuestión de tiempo. Ello disparará los costos de operación de la iniciativa privada. Aparte de la carga impositiva a las empresas, comparen –por culpa de esas políticas de la autoridad monetaria– cuánto cuesta el dinero para el financiamiento aquí a lo que paga la inversión en los países de América del Sur, para que se formen una idea si el sector privado nuestro es competitivo. Sin embargo, no hay que ser apocalíptico. El mercado aún goza de perspectivas de crecimiento superiores a las de otros países de la región. No se ha perdido la estabilidad política y hay avances significativos en temas de seguridad y de justicia. La Casa de Gobierno no descansa en su cometido de promocionar al país afuera y de motivar el decaído ánimo nacional. El proceso electoral, con la concurrencia de varios partidos, ofrece una normal transición democrática. No en crisis como sucedió cuando los insensatos metieron al país en camisa de once varas.

Comentarios

Entradas populares