Sì o si

Sí o sí

10:02PM Por: drgvallecillo@yahoo.com



Nos entretienen con posturas anticorrupción los que saben que los corruptos ejercen a plena luz e impunidad jurando honestidad poniendo de testigo a Dios. Blasfemos.
La corrupción y la impunidad se desbordaron por el saqueo criminal del IHSS y Salud Pública. El gobernante prometió cambios a fin de parar y sancionar la endemia corrupta. Caiga quien caiga, dijo. Y cayeron los cojos de influencias. Los beneficiados, benefactores, testaferros, socios, amigos y parientes de generales conocidos gozan de la protección judicial. Colusión.
Ante tanta mentira se generaron las marchas con antorchas que opacaron politizándolas los politiqueros corruptos de ayer que gozan de la maldita impunidad dada contra toda legalidad por Porfirio Lobo, que sentenció “No quiero un presidente preso”. Semejante cómplice confeso de la corrupción. Preso debe de estar.
Zelaya y reconocidos corruptos hablan de honestidad convencidos que nunca serán llamados ante la ley que hasta ahora les ha permitido sus actos delincuenciales que no prescriben y deben, o deberían, estar enjuiciados. ¿Y el Estado de derecho?
Los pocos corruptos presos, sin sentencia, no significan ninguna lucha anticorrupción, sino un espectáculo donde los pesos livianos son perseguidos y los pesados huidos con el disimulo del MP. Los corruptos, solidarios, se protegen para el ejercicio impune de su oficio, embarran a la justicia débil y sin valores y pasan agazapados para no ser requeridos. La colusión les ha permitido tener agarrados de las partes nobles a innobles hombres con autoridad y sin ninguna moral y menos honestidad. No hay temor, nadie los tocará nunca.
¿Cuántos delitos cometieron Zelaya y sus 40 ladrones?, ¿por qué la justicia calló y sigue callada? Es corrupción del sistema judicial en todas sus manifestaciones. ¿Por qué el presidente de la CSJ dictó medidas cautelares a los Gutiérrez y los manda a su casa?, ¿para alargar el juicio y lograr las consabidas cartas de libertad? ¿Por qué el ladrón común no tiene concesiones? Cerró con broche de latón su gestión judicial. El abogado Asfura, defensor, asegura que “la aspirina no le hace mal a nadie, pueden tomarse 40 y no pasa nada”. Que pruebe. Ignorante.
La justicia en Honduras no tiene credibilidad y ninguna comisión ni consultores extranjeros la corregirá. Jamás. Somos nosotros y no otros los obligados a cambiar. Hay gente honesta que puede cumplir y hacer cumplir la ley sin influencia de funcionarios u otros corruptos con poder familiar, económico o político.
Corruptos y corruptores, sin distinción de género, son hipócritas con una susceptibilidad pasmosa, caraduras, ofendidos reaccionan contra quienes conociéndolos desde antes de ser lo que nunca debieron ser, saben lo que fueron. Olvidadizos mal agradecidos. “Cualquier pecado se perdona menos la corrupción”. Papa Francisco. Porque tenemos leyes para todo y todos y porque se sabe quiénes son y dónde están, no creo en comisiones nacionales ni extranjeras. Creo en ciudadanos dignos, honestos, honorables, con valores morales y éticos, que bien pueden luchar contra la corrupción e impunidad que nos abate. No es la postura intransigente de politiqueros e “indignados” la que nos dará honestidad. Es con decisión inquebrantable de un diálogo incluyente con verdadero amor por Honduras. Es hoy o nunca. Es sí o sí.

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