El político libre de culpa que tire la primera piedra
El político libre de culpa que tire la primera piedra
Por Boris Zelaya Rubí
En el gobierno del abogado Carlos Roberto Reina (QDDG), se inició una cacería contra los sospechosos de cometer actos de corrupción, durante el gobierno nacionalista del tristemente célebre Rafael Leonardo Callejas, la que fue considerada una acción teatral que únicamente dañó honras, ya que ninguno de los personajes señalados como corruptos, fue sentenciado ni cumplió pena alguna. Según los rumores en el gobierno del que se erigió en verdugo, llamado “el hombre del machete” que será recordado por su lema de campaña “La revolución moral”, un pariente cercano, continuó “vendiendo la nacionalidad”, delito por el cual estaban acusando a los nacionalistas.
Hacemos las remembranzas de los actos y sus resultados más que dudosos, porque nunca tuvieron castigo ya que fueron motivados por persecución política, por cierto que entre los señalados solo había un “tiburón ballena” a quien le quedaron sus delitos, como dijeron algunos en “silencio, olvido y duda”.
Si se detecta el incumplimiento de cualquier obligación pactada en convenios internacionales suscritos por Honduras, debe procederse legalmente hasta ser vencido en juicio, ya que la presunción de inocencia es un derecho universal que debe respetarse. Si existen las pruebas irrefutables, entonces que se apliquen las sanciones civiles y criminales que correspondan. No hay duda que el “indito” tiene que seguir gobernando con mano dura ¡caiga quien caiga! Vivimos tan desesperados por el aumento de la criminalidad, que casi la totalidad del pueblo pide el establecimiento de la pena de muerte y desgraciadamente ya inician la aplicación de castigo por sus propias manos.
Todos queremos vivir en un país, que salga del subdesarrollo en la mayor rapidez posible, aunque se tengan que tomar medidas heroicas. ¿Pena de muerte por posesión de drogas o cadena perpetúa? Lo más seguro es que interferirían los famosos defensores de los derechos humanos, que no deberían responder por malhechores de los que viven de la venta de drogas que destruye personas y conduce a otros crímenes a la juventud hondureña. Tampoco se trata de fomentar masacres o genocidio ni de una barbarie, y los buenos ciudadanos no tendrían nada que temer. No comulgamos tampoco con un gobierno autoritario, porque no se trata de purgas o simple eliminación del que se duda, y como bien decía Cicerón: “La fuerza es el derecho de las bestias”.
En Honduras jamás aprobarían la pena de muerte, porque de repente estaría en peligro de ser fusilado más de algún congresista y al final ¿quiénes decidirían? Recordemos que hace pocos días, debatieron sobre la protección de animales entre ellos los gallos de pelea, pero los padres de la patria aficionados a presenciar esos combates, defendieron su entretenimiento ¡a capa y espada! y triunfaron. Si se tratara de reclusión de por vida o la pena de muerte, se vería la ineficiencia voluntaria por aquello de la corrupción y narco vínculos de más de alguno de los padres de la patria.
Algunos expresan que la ejecución física nunca ha sido una buena idea, no es extraño que sigamos condenados a las mismas y eternas soluciones erróneas. No sería raro que terminemos postrados por un “colapso nervioso político, desilusionados de la democracia y caigamos en manos de dictadores” por culpa de los políticos que con sus oscuras acciones contra la ley desacreditan la democracia y abren brecha para nuevos caudillos autoritarios y más corruptos. Sin embargo, la basura será siempre basura, y si queremos una mejor sociedad se debe eliminar lo podrido.
La corrupción gubernamental se ha expandido y ha venido engrosando sus filas por los causantes que hasta ahora están encontrando castigo. El actual mandatario ha hecho lo humana y políticamente posible, con pasos calculados, porque en Honduras por “miles” de razones la justicia es tardía y esos enormes lapsos, pueden abarcar varios períodos de gobierno, durmiendo el sueño eterno.
Siempre hemos tenido cariño y admiración por la unidad familiar y el trabajo tesonero de los Rosenthal Hidalgo. En varias ocasiones nos hospedamos en casa de la suegra de don Jaime, doña Martha de Hidalgo (QDDG) de quien recibimos siempre un trato amable, al igual que de Miriam y hermanos. Por ahora están atravesando una de la dificultades más grandes de sus vidas, deseamos que tengan la oportunidad de probar su inocencia y finalicen con buen suceso.
“El que esté libre de pecado…”. ¿Quién sigue Tío Sam?
De rodillas solo para orar a Dios.
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