Escoto, mal candidato



Escoto, mal candidato

Por: Juan Ramón Martínez
El exministro de Educación, nunca ha lucido muy inteligente. Sus pretensiones de suceder a Julieta Castellanos, lo confirman. Cuando se ocupan posiciones públicas, se consiguen muchas cosas: visibilidad, imagen, relaciones, enemistades y aliados. Experiencia; pero no talento. La imagen y el prestigio es útil o perjudicial para el grupo en el poder que se pertenece; o para el partido al que se sirve. En el caso de Escoto, fuera de los famosos doscientos días de clase y la destrucción del movimiento magisterial –celebrados por unos y rechazados acremente por otros, en una proporción que no podemos establecer– es muy poco lo que le ha dado a la educación nacional. En un tiempo, se dijo que JOH lo mantenía para neutralizarlo como posible candidato de Libre, cosa que por poco razonable, no creo que se le haya ocurrido al Presidente de la República. Más bien su estadía en el cargo –una de las más prolongadas– parece que provino de sus relaciones con el rector Elio Alvarenga y el Cardenal Rodríguez. En un momento JOH decidió despedirlo; pero Rodríguez logró posponer la decisión.

Ahora la figura de Escoto es una muy cuestionada, porque su salida del gabinete fue presionada por una crisis en una universidad que dirigía ilegalmente. Su obstinación –típica de los tímidos, con cierto olor misógino– a la que, se le agrega incapacidad para resolver una huelga, lo descalifican de entrada, para dirigir la UNAH. De forma que con estos antecedentes, es fácil imaginar el rechazo que se cocina en su contra. No solo enfrentará estudiantes expectantes, a los cuales reprimiría en caso que esa fuese la estrategia que le dicte su discreta capacidad estratégica; o por el contrario, va a la UNAH, con el ánimo de ceder, tanto para destruir el orden que ha establecido Julieta Castellanos, jugando a darle gusto al Partido Nacional. En este caso, es muy probable que en octubre y noviembre, aportaría al Partido Nacional, una crisis muy peligrosa para enfrentar esta doble elección, en que por un lado se vota a favor o en contra de la reelección; y por el otro, se escoge entre dos personalidades, al titular del Ejecutivo. El PN es muy sensible en esto. Tiene más capacidad de anticipación que otros partidos. Y JOH, destaca como un estratega habilidoso que, no solo es, estudioso del adversario, sino que valora los tiempos para actuar, y anticipa escenarios probables. En un análisis de estas características, Escoto solo es útil al Partido Nacional como rector de la Universidad Católica; pero no de una institución muy compleja, como la UNAH.

Además no tiene credenciales como educador. Su experiencia es en veterinaria y en esta disciplina, muy importante para el país, no le conocemos ninguna publicación, contribución o propuesta para mejorar la alimentación del ganado, el cruce genético de especies y la búsqueda de nuevas razas que se adecúen al ambiente del país. Es posible que tenga estos y otros muchos méritos en esta materia. El problema es que son clandestinos; los mantiene reservados, dentro de un pensamiento silencioso, en que la comunicación de ideas con el público no es precisamente su fuerte. La UNAH, necesita un recurso interno que le dé continuidad a lo que ha hecho el equipo de Castellanos. Llevar una figura discutida y cuestionada, con una personalidad tímida, que se llama al silencio, cada vez que le conviene, para parecer leal y consistente, no es lo más adecuado. Lo que se busca es darle continuidad al proceso iniciado por Castellanos, de modo que entre ahora y la semana previa a las elecciones, la UNAH no pueda ser aprovechada por las fuerzas políticas que quieran crear conflictos e incluso impedir que se desarrollen las elecciones, creando inestabilidad para que este no transcurra en paz.

En el equipo de Castellanos, hay personas de experiencia, talento y capacidad de vincularse con la opinión pública, contribuyendo con los problemas del país, sin agudizar las contradicciones que existen en la UNAH. Solo dos nombres: Belinda Flores y Julio Raudales, calificados y de mejor imagen que Escoto que, no disimula el fracaso que le sacó del gabinete de gobierno. Y menos su voluntad de llegar a rector para debilitar a la UNAH, eliminar adversarios y quitándoles facultades constitucionales, no abona nada bueno a su candidatura.

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