Caiga quien caiga nadie detiene la reelección de JOH

Caiga quien caiga nadie detiene la reelección de JOH

Por: Armando Cerrato
Fiel a su doctrina que cita caiga quien caiga y su incontenible ambición por continuar en el poder, el Presidente de Honduras Juan Orlando Hernández Alvarado marcha indetenible hacia su inconstitucional e ilegal reelección en el más alto cargo de la República.

Los asesores nacionales e internacionales de JOH a diario le endulzan el oído y lo engatusan para que aplique la política maquiavélica de divide y vencerás, toda organización política de oposición que ha manifestado ideas contrarias y de condena a su traición a la patria.

JOH ávido de popularidad busca incluso en el extranjero reconocimientos a sus quehaceres como mandatario, como si la búsqueda del bien común fuese en exclusiva producto de su buena fe y voluntad de servidor público, cuando en realidad lo único que está haciendo es devengando el salario que el pueblo le paga para que haga ese trabajo y no solo su actividad se dedique a incrementar fortuna familiar y personal y la de sus más cercanos colaboradores.

JOH a estas alturas y a 8 meses del momento de la verdad cuando se realicen elecciones generales el último domingo de noviembre de este año cree tener la presidencia de la República como en el banco, donde su cuenta corriente presenta grandes cifras en números negros mientras las de la oposición cada vez más dividida por el accionar gubernamental empieza a manifestarse en números rojos.

JOH dominador de todos los estamentos legales y jurídicos del país muy hábilmente ha logrado sembrar la división entre las fuerzas opositoras que se muestran incapaces de concertar una alianza que dé al traste con las ambiciones malévolas del Presidente.

Así, José Manuel Zelaya líder de Libre y Salvador Nasralla líder del PAC quienes han concertado en primera instancia una alianza con el minúsculo PINU incluido enfrentan sendas querellas jurídicas que podría llegar a inhabilitarlos para esta próxima contienda, y quizá para más allá significando la misma el principio del fin de estas dos sorprendentes entidades políticas (Libre y PAC), y la muerte definitiva del PINU con lo cual el Presidente habrá asestado patada y mordida a la nación.

Para JOH, abogado de profesión, nadie está por sobre la ley solo él que la interpreta a su manera y conveniencia y respetando espíritu, letra y doctrina de la Carta Magna que ha violado, viola y seguirá violando a conveniencia con la anuencia irresponsable de los otros poderes del Estado que le sirven a ciegas y sin condiciones de ninguna especie.

Es por ello que a JOH no le asusta nada y marcha incontenible repartiendo dinero a diestra y siniestra acompañado de bolsas solidarias para atraer electores de hasta debajo de las piedras y dar una idea nacional e internacional de tener un enorme arrastre popular.

A JOH no le importa el dinero invertido en política, tanto para fortalecer su partido el Nacional, como para dividir al resto de las entidades política opositoras, y como su doctrina es caiga quien caiga, mucho menos le importa que a una gran parte de los empleados públicos se les adeude hasta tres meses de salario, que no haya medicinas en los hospitales, que la seguridad individual y colectiva de los ciudadanos y sus bienes es materialmente nula y con una Policía en claro deterioro debido a una depuración efectuada por tres civiles, no idóneos para calificar la idoneidad de una serie de oficiales bien formados a quienes han frustrado su carrera y botado su prestigio, sin siquiera darles una oportunidad de probar su inocencia, en cargos que a veces por un tapazo no solo han perdido sino que han quedado fuera de la institución sin mayores explicaciones.

En esto de la depuración de la Policía hay mucha tela que cortar especialmente cuando los altos rangos de la misma están siendo mencionados en el extranjero como coludidos con grandes cabecillas del crimen común y organizado, salpicándose también a familiares y amistades muy cercanos a expresidente de la República y al propio mandatario actual.

Pero como la doctrina es caiga quien caiga esperemos que la justicia divina y la de los hombres pero no hondureños se haga en determinado momento y alcance a todo aquel que ha delinquido de palabra, obra u omisión, incluyendo a los depuradores de la policía y a todos los políticos corruptos que han violado la constitución y permitan y avalan que la misma se siga violando.

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