status quo
Status quo
Honduras, ha
entrado en una vorágine sociopolítica, que amenaza con destruir la
gobernabilidad como estado, con riesgo de caer en la desagradable situación de un estado fallido, convertirse
en un campo de confrontación no solo de tipo dialectico si no el extremo de la
violencia fratricida, que será el principio del fin de la capacidad de poder
convivir en tolerancia y paz.
En estas
circunstancias, en la actualidad, se ha ido fortaleciendo la intolerancia, la
ceguera política, el odio entre los hondureños, en donde cada grupo mantiene
posiciones de intransigencia, en aras de mantener su status quo, y otros en su afán de apropiárselo, pero nunca pensando
en el bienestar colectivo, pues ambos grupos se arrogan la potestad de
representar a toda la hondureñidad, lo cual no es cierto, pues estos grupos
solo los mueve el interés por detentar el poder para hacer lo mismo que están
haciendo los que en la actualidad detentan el poder, y estos grupos, en su
ceguera y prepotencia creen ser dueños de la verdad, mientras no menoscabe sus
intereses particulares.
Lo
interesante de esta situación, es la inflexible posición de quienes detentan el
poder tanto político, económico y social para no cambiar ni un ápice en su
posición, luchando de manera sistemática en dar la imagen de un gobierno fuerte
, cuyo objetivo es mantener este status quo inalterable, importando poco el
desencanto de la población en general, que ve como inexorablemente se están
dando situaciones alarmantes de corrupción, impunidad, latrocinio generalizado
de los recursos del país, con una
justicia parcializada e ineficaz en su cumplimiento de su accionar, la inseguridad
galopante en donde solo los protegidos del sistema no lo ven, la falta de
oportunidades para el pueblo en general, son situaciones que forman parte de
los ingredientes detonantes que pueden hacer volar al estado como tal, cayendo
en un estado fallido.
En la
actualidad, los representantes de esta situación conflictiva en nuestro país,
es propiciada y mantenida por las cabezas visibles que por desgracia son
megalómanos, lo que impide racionalizar los intereses del país, pero que a estas
alturas, deben ceder en sus posiciones sectarias y partidistas en un afán de
bajar la confrontación antes de que llegue a una situación en donde ya no haya
vuelta atrás, lo que sería catastrófico para la mayoría de los hondureños, que pagarían
las consecuencias de un estallido social violento, pero que aún es evitable, si
desisten de sus ansias de poder y usufructo de los recursos del estado en
mantener su status quo, hacerse a un lado y que los mejores hombres y mujeres
aun no contaminados por el gusano de la corrupción y el dinero fácil, puedan
llevar esta nave llamada Honduras a puerto seguro y en paz, para beneficio de
todos los hondureños, que todo lo que se está viviendo alimentado por estas
conductas llenas de ambición, sean solo un recuerdo doloroso de las malas
decisiones que las cúpulas partidistas, que siempre han decidido por la gran
mayoría pero que solo utilizan al pueblo para que legitimen lo que ya ellos han
elegido para repartirse el poder.
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