Contra las raices de la violencia

Contra las raices de la violencia

Editorial El Heraldo

Mucha de la violencia que hoy sufrimos se propaga y tiene las peores manifestaciones en los entornos socioeconómicos que son propicios para ese flagelo, pero la raíz de la misma está en el hogar o más bien en la disfuncionalidad o la inexistencia de los mismos como entes integrados.

Por lo tanto, para librar una lucha efectiva contra la violencia, además de conocer y reconocer la existencia misma del mal en sus más diversas manifestaciones, se debe ir a la fuente primaria: la familia, el hogar, y también a los factores que le están impidiendo a estas células madres del tejido social cumplir a cabalidad con su función principal.

En ese sentido, resultan plausibles y esperanzadoras las acciones como la que anuncia la comisionada Departamental de Derechos Humanos de El Paraíso, Liliam Zúñiga, de implementar un programa para orientar a los niños y jóvenes de los centros educativos sobre dos de las formas de violencia que más les afectan a ellos, pero que también abre las puertas a las demás: la violencia doméstica y el acoso escolar, este último más conocido por el anglicismo “bullying”.

Y es que el primer paso para la solución de un problema es conocerlo y es mucho todavía lo que se desconoce sobre la violencia doméstica y sobre el acoso escolar, ya que los casos denunciados y registrados son solo una pequeñísima parte del total.

Resulta fundamental, entonces, que además de los alumnos también sean incorporados los padres de familia y los maestros, tanto para despertar en ellos la consciencia sobre la urgencia de combatir estos males como para que ellos puedan detectarlos en sus hijos y alumnos a fin de denunciarlos, ponerles un alto y castigar a los perpetradores. De hecho, la comisionada Departamental de Derechos Humanos de El Paraíso anuncia también acciones al respecto.

“Los jóvenes son vulnerables a los efectos de la violencia, los convierten en personas agresivas y toda esta frustración se traduce en problemas de indisciplina en los centros de formación y en la vida diaria”, dice Zúñiga.

No hay duda que esta acción del Conadeh introducida en todas las escuelas y colegios del país, y ya de forma sistemática, es un componente fundamental en la lucha contra la violencia en el marco de una auténtica política de seguridad.