Corruptocracia


Corruptocracia
Gaspar Vallecillo Molina
El título me lo sugirió un primo indignado por la corrupción que soportamos. Leí su significado y otras derivaciones de situaciones dadas cuando la democracia se violenta.
Nuestra política está deformada por los ignorantes, incapaces y corruptos que la usufructúan. La democracia es el menos malo de los sistemas políticos, aún así tiene el riesgo de terminar en la demagogia donde los sentimientos del pueblo son adulados por los inescrupulosos, aprovechando los sectores sociales más amplios emotivos e iletrados.
Los que ya solo pueden vivir de la política se convierten en élites oligárquicas que se apropian del Estado, los medios de comunicación, las universidades, etc., e intentan colonizar a toda la sociedad para su provecho. Regionalmente se manifiesta en forma de caciquismo. La democracia deviene entonces en abusocracia cuando abusan de su poder político y económico, con dinero mal habido y peor invertido, contra la mayoría silenciada y dominada.
Cuando la democracia es asaltada por los menos capaces se impone la kakistocracia, el gobierno de los peores, donde la capacidad y competencia no es tomada en cuenta para desempeñarse en cargos gubernamentales, que son ocupados por incondicionales incompetentes.
La cleptocracia (del griego, clepto: quitar; y cracia: fuerza: dominio de ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo de todos en todo, el clientelismo político, el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están corrompidos, desde la justicia, funcionarios y la totalidad del sistema político y económico.
Son signos y síntomas típicos de la democracia trastocada en beneficio de los corruptos que la controlan. Los partidos políticos son ocupados por mediocres que actúan según sus intereses de promocionarse socialmente y medrar, fomentando la cupulocracia, que es la dictadura de las cúpulas partidistas. Los honestos y capaces no tienen cabida para participar y menos son tomadas en consideración sus opiniones, por valiosas que sean.
Un ilustrativo compendio de todos los males apuntados puede encontrarse en las definiciones siguientes: Demagogia: gobierno de los demagogos populistas. Corruptocracia: gobierno de los corruptos, desde el menos al más. Cupulocracia: gobierno de las cúpulas de los partidos políticos, sin importar que sean dos o más los grupos partidarios todos pretenden el poder para practicar la corruptocracia que garantiza su paso a la historia gris de los países que caen en esta desgracia politiquera. Abusocracia: gobierno de los abusadores que ejercen para beneficio propio y para repartir peculados sintiéndose protegidos por los jefes que así obtienen capitales inimaginables. Kakistocraca: gobierno de los peores.
En política, muchas veces parece que los partidos políticos hicieran una selección a la inversa. Cuanto más incompetentes, mejor. La gente calificada y bien intencionada no puede hacer carrera dentro de un partido que está tomado por lo peor de los peores. Muchos olvidan que los votos dan poder, pero no sabiduría. La silla presidencial, ministerial o de menor rango no provee neuronas. El poder es transitorio. La inteligencia no.
Lo leído no es pura coincidencia con la corruptocracia pura que sufrimos en Honduras.

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